Un llamado a Carabineros a revisar y respetar sus protocolos para el uso de elementos disuasivos, realizó el Colegio Médico de Chile luego del nuevo caso de pérdida de la visión producto del presunto impacto de una bomba lacrimógena. Diego Lastra, estudiante de medicina de séptimo año de la Universidad Diego Portales, se encontraba en las celebraciones de año nuevo en los alrededores de Plaza Italia, cuando habría recibido uno de esos elementos en su rostro, siendo afectado su ojo izquierdo.
El vicepresidente del Colmed, Dr. Patricio Meza, indicó que “desde un punto estrictamente sanitario pedimos que se revisen los protocolos y se respeten, porque ningún protocolo dice que una bomba lacrimógena debe usarse al nivel de la cara de tal modo que pueda lesionar severamente la visión de un ojo como el caso de Diego”.
El dirigente gremial agregó que “volvemos a hacer un llamado a que se respeten los protocolos que usa Carabineros de Chile para mantener el orden público. Celebramos cuando el 20 de noviembre se dio la indicación de la suspensión del uso de balines antimotines para controlar el orden público porque hubo una franca disminución de lesiones oculares por ese motivo. La proporción de pacientes que están siendo dañados por bombas lacrimógenas que impactan directamente en su cráneo y en su cara, como es el caso de Diego, es algo que nos preocupa”.
El oftalmólogo, además, entregó la estadística actual de atenciones realizadas por la Unidad de Trauma Visual del Hospital del Salvador. “Son 277 pacientes con lesiones oculares graves, de ellos por lo menos 50 requerirán, en un plazo por definir, el uso de una prótesis ocular. A nivel país, si agregamos los pacientes vistos en otros centros, tanto públicos como privados, tenemos alrededor de 360 lesiones oculares graves que podrían dejar eventualmente secuelas y entre ellos ceguera”.
Según los antecedentes entregados por el profesional, el 13% de pacientes son impacto directo de bomba lacrimógena. “Somos categóricos, no se han respetado los protocolos. Cuando hay uso de bombas lacrimógenas que impactan directamente el cráneo, un ojo o en presencia de discapacitados, embarazadas, adultos mayores, hay una falta absoluta del respeto de los protocolos que hoy existen para el uso de armas disuasivas de parte de Carabineros de Chile”, finalizó.
Por su parte, María José, madre de Diego, hizo una sentida petición. “Al igual que ustedes, era una persona más que veía como Carabineros y Fuerzas Especiales reprimía a los jóvenes y los estaban mutilando y hoy estoy aquí. Estoy aquí porque no quiero a más madres sufriendo por sus hijos mutilados. Se lo suplico, basta señor Piñera, escuche a los jóvenes, escuche al pueblo”, indicó.
Por último, la Dra. Patricia Muñoz, Decana de la Facultad de Medicina de la UDP, comentó que “estamos apoyando a Diego con mucha fuerza, a su familia y a todos sus compañeros porque esta violencia no puede ser. Debe hacerse una investigación acabada para determinar a los culpables y que se apliquen las sanciones que corresponden”.