Vía Radio Inkieta / El día 22 de mayo se llevará a cabo el juicio contra Cristian Rivera Silva, carabinero de Fuerzas Especiales que el 18 de diciembre del 2016 disparó por la espalda al joven mapuche Brandon Hernández Huentecol.
Ada Huentecol, mujer mapuche y madre de Brandon, ha dado una lucha buscando justicia para su hijo. Viviendo el lado más crudo y violento de la militarización del Wallmapu, Brandon Hernández fue reducido en el piso y baleado cobardemente por la espalda.
Con una escopeta marques escort calibre 12, a menos de 50 cm de su cuerpo, hace un año y 5 meses, Brandon de 17 años, recibió 180 perdigones en su cadera y zona lumbar. La distancia del proyectil fue tan corta que los perdigones se expandieron, en su mayoría, sobre su hueso pélvico, dejándolo gravemente herido y con riesgo vital.
El arma que portaba el carabinero Cristian Rivera Silva llevaba municiones de plomo. El peritaje balístico desestima la versión oficial que dio carabineros que tilda lo ocurrido como un “accidente”.
Dadas las múltiples versiones sobre el hecho y la tergiversación que dan los medios “oficiales” en la entrega de la información, en Radio Inkieta decidieron entrevistar a la misma Ada Huentecol para conocer la versión mas legitima del caso.
CONTEXTO: ZONA DE CURACO
Ada nos cuenta que desde hace algunos años, el lugar donde viven “es una zona militarizada, donde en cada kilómetro estamos invadidos de fuerzas especiales, de drones, helicópteros; en cada kilómetro hay tanquetas cuidando a los empresarios, a las forestales. Solamente es hostigamiento. Reprimiendo y hostigando a la gente mapuche.”
LOS HECHOS
Ocurrieron el domingo 18 de diciembre de 2016.
“El viernes de la semana siguiente, Brandon salía de tercero medio y, al siguiente lunes, comenzaba su práctica de mecánico automotriz…
Ese día a eso de las 11:30 o 12 del día, reducían a unos lamienes mapuches que venían de un nguillatun, en un jeep blanco, eran 5 lamienes. Los pacos los emboscaron, y los atraparon justo donde vivíamos nosotros.
Mi hijo Isaías salía por la parte de atrás de la casa a andar en bicicleta, y cuando cruzó la calle, vio a Sergio, uno de los lamienes que tenían reducidos. Isaías siguió andando en bici y un paco corrió detrás de Isaías, agarrándolo del gorro del polerón y lo tiró hacia atrás, la bicicleta se fue lejos. Con una pistola en la cabeza lo puso de rodillas y lo juntó con los lamienes reducidos. Brandon, como vivimos al lado, veía todo lo que pasaba.
Al ver que reducían a su hermano menor, salió a preguntar por qué lo habían detenido, exigiendo que lo soltaran, que su hermano no había hecho nada. Llegó el paco Cristian Rivera Silva del recinto militarizado Pailahueque. Siempre amenazando de muerte (tírate al suelo, sino te disparo) y apuntando con la escopeta. Brandon asustado levantó las manos e intentó defenderse al ser amenazado por una escopeta, pero al ver que no podía hacerle nada, se tiró al suelo.
El paco le pegaba con la culata de la escopeta en la espalda, en las piernas. Al día siguiente se le podían ver los moretones en donde le habían pegado. Y pasados tres minutos, el paco le pone el pie sobre la espalda y le dispara, intencionalmente.
Fueron 180 perdigones. El disparo fue tan cerca que le molió la pelvis, los perdigones quedaron acumulados. Al ser de tan cerca solo quedo incrustado en la pelvis, si hubiese sido de mas lejos podrían haberlo matado al quedar en todo su cuerpo los perdigones…”
MOMENTOS DESPUÉS DEL DISPARO
“Después del disparo son los vecinos los que salen a encarar a los pacos, diciéndoles que se hicieran cargo de lo que habían hecho. Ellos estaban esperando la ambulancia. Un vecino intervino y les dijo que los llevaran en su patrulla. Ellos no lo hicieron por voluntad propia, estaban esperando la ambulancia.
Fue llevado al hospital de Collipulli, un hospital pobre, el más pobre de Chile…
En el hospital sólo le cortaron la ropa y le despejaron, pararon un poco la hemorragia.
Luego es trasladado a Angol, ahí fue la primera operación que le hicieron, ahí le retiraron 30 perdigones de los 180. Eso está en los informes médicos de la Clínica Alemana de Angol, está la radiografía…
Tuvo que someterse a 16 operaciones en 45 días, la número 17 fue en febrero, el 16 de febrero.”
AGRESIONES AL PADRE DE BRANDON
“A él lo pillaron en Colllipulli cerca de la comisaría, y como lo conocían, lo agarraron y le pegaron, pasó una tarde en el calabozo. Ese día habíamos pasado a ver al Lonco Víctor Queipul que estaba en una audiencia. Después yo me adelanté a la municipalidad y él se quedó atrás. La comisaría está en frente de la fiscalía. Y como vimos que no llegaba pensamos que se había ido para la casa.
Después llega con su polera llena de sangre y le pregunté qué le había pasado y me dijo: “estaba preso en la comisaría, me pegaron, me agarraron los pacos cuando iba pasando.””
UN NUEVO “ACCIDENTE”
“Según carabineros fue un accidente debido a la correa del arma, que al momento de amarrarla se le escapó un tiro. Pero ni un niño chico le cree eso. A nadie se le escapa un tiro, ni menos a una escopeta que tiene 5 procedimientos antes de ser disparada y 3 seguros. Eso lo hacen para zafarse de lo que pasó.”
“Junto al INDH presentamos una querella y una demanda hacia el Estado. En un principio la prioridad, como madre, fue Brandon. Dejé un poco ese tema de lado. Ya cuando Brandon estuvo mejor, ya estaba todo adelantado. Primero presentamos la querella y luego presentamos la demanda hacia el Estado.
Ha sido difícil, muy difícil. Mientras, el ministerio público me daba calmantes, y me daban plazos de una semana, otra semana y así. Vi que se estaban burlando de mí y que había que ponerse firme. Así que decidí ponerme firme ante el fiscal y le dije que si no me daba una respuesta en una semana, me iba a manifestar ante la Fiscalía de Angol. No me la tuvo. Lo hicimos, me acompañó el lonco Victor Queipul. Nuevamente le dije que si no tenía una respuesta en una semana más haríamos una marcha en Temuco, a la Fiscalía Regional. Tampoco me dio una respuesta concreta. Hicimos la marcha, que fue bien contundente. Y al llegar a la Fiscalía Regional , en donde solo había que entregar una carta para que me dieran la audiencia de formalización, nos cerraron las puertas. Nos quedamos ahí, enviaron los lanza aguas, las tanquetas. Nos quedamos ahí hasta que nos recibieran la carta. El fiscal regional, Cristian Paredes, nos dio un plazo de una semana y él pudo cumplir con eso.”
AUDIENCIAS
“El 22 de diciembre, en la primera audiencia, Cristian Rivera no se presentó. El Ministerio Público dijo no haberlo notificado. Después, en la segunda audiencia no se pudo presentar porque estaba en Los Ángeles demandado por la esposa por violencia intrafamiliar. En la tercera, presentó licencia médica. En la cuarta se presentó y fue formalizado, el 18 de enero del 2018. Nos dieron 3 meses de investigación y ahora el 22 de mayo tenemos el juicio.
Con todas las pruebas que tenemos: Servicio Médico Legal, informe médico, laboratorio criminalístico de parte de la PDI, también particular, testigos… Entonces yo creo que la jueza debe darle la baja. Espero que le den lo máximo de la ley.”
AL DIA DE HOY…
A Brandon aún le quedan 30 perdigones que le están afectando en su salud: vomita, tiene diarrea, le duele la cabeza, mareos… síntomas de los perdigones de acero que tiene en su cuerpo. Hasta el momento se ha hecho 3 exámenes de índice de plomo sanguíneo, y en donde (proporcionalmente) para un adulto es 5, y para un niño es 3, Brandon tiene 15.
En la Clínica Alemana, la doctora que le extraía los perdigones nos dio la información de que ella no se animaba a intervenir para retirar los perdigones porque iba a ser peor para Brandon. Acá en Chile no hay especialistas. Habría que ir a Cuba o Suiza, pero para eso se necesitan recursos, y mucha plata.
Fuente: Radio Inkieta