Comunidad de Belén reitera su denuncia por irreparables daños patrimoniales ocasionados por exploración minera

Intervenciones en sitios arqueológicos y afectación a la flora y fauna autóctona, son algunos de los daños producidos por la minera transnacional Río Tinto en la construcción del camino para el proyecto minero “Trinidad”, en el sector de Millune, Belén, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota, situación que viene siendo denunciada hace tiempo por […]

Comunidad de Belén reitera su denuncia por irreparables daños patrimoniales ocasionados por exploración minera

Autor: Absalón Opazo

Intervenciones en sitios arqueológicos y afectación a la flora y fauna autóctona, son algunos de los daños producidos por la minera transnacional Río Tinto en la construcción del camino para el proyecto minero “Trinidad”, en el sector de Millune, Belén, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota, situación que viene siendo denunciada hace tiempo por la comunidad.

Por ello, esta semana, los habitantes de Belén realizaron una inspección a los trabajos que la minera desarrolla con el fin de llevar a cabo sondajes que, de acuerdo a la información entregada por la misma empresa, se realizarían en agosto y septiembre de 2018.

Así, según pudo constatar la comunidad en terreno, se comprobó que efectivamente el camino minero atraviesa un asentamiento arqueológico y cercanías de antiguas habitaciones circulares, provocando con ello un daño irreparable al patrimonio del pueblo.

Además, el trazado ocupa parte del camino tropero que une a Belén con Lupica, donde las y los antepasados de la comunidad y de los pueblos originarios se trasladaban en mulares o caballares con ganado, ya sea para el pastoreo o el comercio, lo que demuestra que no son “terrenos abiertos e incultos” como señala la empresa en las cartas que hizo llegar a la comunidad al consultarle por el proyecto.

Los pobladores denuncian también que el camino al sondaje ha obstruido bajadas de agua, cortando el curso natural de las quebradillas, donde se evidencia que se pasa a llevar vegetación nativa y plantas medicinales como la quela quela, visibles a simple vista alrededor del camino.

«Estas intervenciones no sólo ponen en riesgo nuestra flora como patrimonio natural, sino que también nuestra fauna nativa, ya que la presencia constante del hombre y el ruido de las maquinarias han espantado a los animales silvestres propios del lugar como zorros, perdices, tarukas, águilas y cóndores que viven en las cumbres de los cerros del sector, por nombrar algunos», afirma el reporte que la comunidad realizó.

En ese sentido, este documento será enviado organismos nacionales e internacionales con el fin de denunciar el daño que la minera está produciendo, lo que califican como “un claro atropello a nuestros justos derechos como pueblo originario, dueños ancestrales de este territorio”.

Respecto al daño ambiental, el presidente del Comité Patrimonial de Belén, Edgardo Colque, recordó que “Belén se encuentra movilizado” hace bastante tiempo, y calificó que la intervención de la minera “demuestra que no tiene respeto con los pueblos originarios, con nuestra naturaleza viva”.

“Belén dice no a la minería, para eso tenemos el respaldo del Convenio 169 de la OIT que en sus artículos siete, trece y catorce dice que el Estado debe salvaguardar los derechos de los pueblos y conservar sus tierras y aguas de acuerdo a sus costumbres. Esto ha sido complementado con la Declaración ONU sobre Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, así que en este caso, Río Tinto ocasionó un tremendo daño al patrimonio de Belén”, sentenció el dirigente.

En tanto, Haylen Chang Cutipa, vocera del movimiento “Belén dice NO a la minería”, indicó que la llegada de la transnacional ha dividido al pueblo, generando expectativas laborales futuras que son «inciertas». Sobre la afectación en los territorios donde se levanta el camino que usará la empresa para sus faenas de sondajes, explicó que “hay evidencia que el territorio intervenido ha sido de uso y propiedad del pueblo de Belén desde tiempo inmemoriales, por lo que no descansaremos hasta que nuestros derechos y decisión desarrollo, sean respetados”.

Recordemos que el pasado 21 de julio de 2018 la comunidad de Belén organizó y convocó a una masiva movilización en Arica, a la cual asistieron más de 500 personas provenientes no sólo de Belén, sino también de otras localidades, como Socoroma, Putre, Saxamar, Chapiquiña, Lupica, Zapahuira, Guallatire, Caquena, Codpa, Pachica, General Lagos, Azapa, Lluta, Miñe Miñe, Chiapa, Camiña.

También se sumaron a la manifestación activistas ambientales, feministas, estudiantes, medios de comunicación y ciudadanía en general. Además, la comunidad ha sostenido reuniones con parlamentarios de la Región y enviado varias cartas a diferentes instituciones nacionales e internacionales, para denunciar este evidente atropello a sus derechos.

Vía Agencia Medio a Medio


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