Comunidad Mapuche Williche de Isla Llanchid rechaza instalación y funcionamiento de salmonera

La Isla Llanchid pertenece administrativamente a la comuna de Hualaihué, Provincia de Palena, Región de los Lagos

Comunidad Mapuche Williche de Isla Llanchid rechaza instalación y funcionamiento de salmonera

Autor: Absalón Opazo

La Isla Llanchid pertenece administrativamente a la comuna de Hualaihué, Provincia de Palena, Región de los Lagos. Desde allí, la comunidad Mapuche Williche Admapu ka lafquen ha levantado su voz para denunciar una serie de afectaciones como consecuencia de la instalación de una empresa de la industria salmonera.

Compartimos a continuación la declaración pública de la comunidad.

«A la opinión publica lo siguiente:

Habitantes de la Isla Llanchid en representación de la comunidad Mapuche Williche Admapu ka lafquen, vienen a comunicarles que desde el año 2019 a la fecha, tenemos en nuestra isla y en nuestra comunidad a una empresa salmonera de nombre Caleta Bay instalándose en el borde costero, y a fines de enero del presente año su instalación se hace más concreta.

Desde el año 2019, se ha presentado una serie de denuncias en contra de la empresa puesto que está realizando malas prácticas en su proceso de instalación, perforando rocas, dejando muertos de concreto y anclas en la playa sin contar con los permisos de concesión marítima para realizar dichos trabajos. Todos estos hechos fueron denunciados a la autoridad marítima correspondiente, emitiendo ellos pronunciamiento que avala nuestras demandas. De igual manera se denunció el hecho a la superintendencia de medio ambiente para que investigara las infracciones cometidas a la Resolución de Calificación Ambiental, RCA otorgada por la Comisión de Evaluación Ambiental del Gobierno Regional.

Recientemente, se denunciaron nuevas infracciones cometidas por la empresa aludida en el borde costero ante la autoridad marítima y superintendencia de medio ambiente, quien mantiene abierto el expediente de la denuncia anterior, y quien se comprometió a estudiar la calificación ambiental que le permitió a este empresa operar en una zona no apta para su producción, según lo que establecen las normativas vigentes que regulan la actividad acuícola, y ver la posibilidad de concurrir a la Isla Llanchid para realizar una fiscalización en terreno.

Se denunció además en Sernapesca, pues esta empresa negoció el arrendamiento de una parte del área de manejo existente en el borde costero de la misma isla, situación que a todas luces es ilegal y nos evidencia el actuar malicioso que esta empresa realiza en las comunidades en donde instala sus centros de cultivos. Deja en evidencia que es una práctica habitual y muy común la de comprar las conciencias para lograr su cometido.

En todas estas denuncias se ha hecho mención que la empresa Caleta Bay está afectando con la instalación de sus fondeos, al fondo marino incluido en la reciente adjudicación del espacio costero marino de pueblo originario -ECMPO- Mañihueico-Huinay, que ha sido una lucha colectiva de las comunidades indígenas usuarias del borde costero del territorio de Walaywe y de la que nuestra comunidad es parte solicitante y futura administradora.

Con esta violación al territorio marítimo del ECMPO queda en evidencia que nuestro uso consuetudinario en el borde costero no podrá ejercerse pues la cantidad de residuos sólidos y líquidos que generará esta empresa amenaza gravemente los recursos naturales y nuestras prácticas culturales que se realizan en nuestro borde costero, matando los bancos naturales de erizos, cholgas, choritos, picorocos, algas y un sinfín de vida submarina que se conjuga para que nuestro alimento esté disponible y ejerzamos nuestro derecho a revindicar el ejercicio al lafken mapu.

Queremos hacer presente esta situación para que las instituciones que son aludidas, hagan su trabajo de fiscalizadores, pues como wiliche de la Isla Llanchid NO QUEREMOS UNA SALMONERA  EN NUESTRO BORDE COSTERO, menos una empresa como esta que salió del “Acuerdo de compromiso para un relacionamiento responsable con comunidades”, perteneciente al Global Salmon Initiative -GSI-, acuerdo que subscribieron 9 empresas salmoneras bajo la certificación Aquaculture Stewardship Council (ASC), elaborado por WWF Chile, Rabobank y Consensus Building Institute, una empresa que se jacta de proveer de salmón trucha a mercados de Japón, Estados Unidos, Canadá, Sudeste Asiático y Rusia, esto, a costa del deterioro de los ecosistemas y la vida en comunidad que se ve fisurada cuando las empresas llegan a los territorios con la plata de por medio.

Esta es la empresa que supuestamente vocifera buena convivencia, pero que con sus anclajes cierra los puertos de resguardo de embarcaciones de nuestros vecinos, y perturba la conectividad de la lancha de traslado subsidiado que nos facilita el acercamiento al continente de quienes vivimos en islas. Este acercamiento no puede ejercerse en esta parte de la isla, en donde viven adultos mayores que no podrán desembarcar sus alimentos de primera necesidad. 

Esta empresa con sus actos, claramente, violenta nuestro derecho a ejercer el uso del mar junto a nuestro kume mogen o buen vivir, interponiendo su poder extractivista por sobre nuestro derecho de vivir en un medioambiente libre de contaminación, por sobre nuestro derecho a defender los bancos naturales de recursos marinos que son la base de la alimentación de quienes vivimos desde 1860 aproximadamente en esta isla. No podemos permitir que una empresa pase por sobre nuestros derechos humanos y nuestras prácticas culturales ligadas al borde costero. En los tiempos que corren no podemos pensar que una salmonera solucionará el problema de la pobreza como se pregonaba años atrás, ya que es sabido que solo generan destrucción en los ecosistemas marinos, los que deben pasar años para ver una leve recuperación.

Los sectores se vuelven más pobres en sus recursos y en su calidad de vida. ¿Quién responderá por la destrucción de los bancos naturales de cholgas, choritos, juveniles de erizo, bancos de picorocos, bancos de algas cafes y verdes? ¿Este es el territorio prometedor de PATAGONIA VERDE, que hoy se plantea como polo turístico lleno de empresas extractivitas que solo extraen lo mejor de nuestro mares, tierras y ríos? ¿Debemos dejarles a nuestro hijos un territorio pobre y vacío por culpa de una nueva empresa salmonera? 

Hoy en ellos esta situación genera incertidumbre de un futuro, pues ya no se ve hoy como la tierra prometida que con mucho orgullo decimos cuando se nombre a Hualaihue, uno de los últimos rincones verdes y mares azules y casi limpios.

Simplemente queremos decirles a todos que ¡NO QUEREMOS A CALETA BAY EN NUESTRA ISLA! ¡LLANCHID SIN SALMONERAS!

Wapy Llanchid, marzo de 2020″.


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