Comunidades mapuches denuncian robo y destrucción del Chemamüll instalado en la playa de Llolleo 

Comunidades mapuches denunciaron el robo y la destrucción del Chemamüll, un tótem de gran significancia espiritual y cultural, que se encontraba instalado desde hace tres años la playa de Llolleo, ubicada en la Provinicia de San Antonio, Región de Valparaíso.

El Chemamüll (del mapudungun che=persona, mamüll=madera) simboliza la conexión espiritual de las comunidades con su territorio y es el centro de ceremonias realizadas por autoridades ancestrales como machis y lonkos.

Este importante símbolo se encontraba en un pedestal de cemento en la playa de Llolleo, por lo que se puede presumir que su sustracción, que tuvo lugar en horas de la madrugada del pasado martes, fue premeditada.

A través de un comunicado dirigidos a las autoridades y a la comunidad, las asociaciones indígenas de la provincia de San Antonio expresaron su profundo repudio e impotencia ante los graves hechos ocurridos con esta figura clave para su espiritualidad y cosmovisión.

«Se ha profanado uno de nuestros más sagrados símbolos que es El Chemamüll, el cual representa un guardián del Mapu Lafken, instalado por las comunidades mapuche en años anteriores como parte de nuestra espiritualidad y sentir del territorio», indicaron.

«Por derecho consuetudinario de uso y costumbres, las comunidades indígenas realizamos nuestras ceremonias en el teritorio de la playa de Llolleo en conjunto con nuestras autoridades ancestrales» , enfatizaron.

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Robo del Chemamüll ocurre en medio de Consulta Indígena por Proyecto Puerto Exterior

Este grave incidente ocurrió en medio de la Consulta Indígena en el marco del Estudio de Impacto Ambiental para el Proyecto Puerto Exterior en San Antonio, en donde el principal foco es la conservación de espacios ceremoniales claves.

Este proceso es liderado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y busca garantizar la participación efectiva de los pueblos originarios cuando proyectos de esta naturaleza puedan generar impactos significativos en los territorios que habitan, sus costumbres, tradiciones, cultura y el patrimonio ambiental inherente a ellos.

Actualmente, la consulta se encuentra en su etapa de deliberación interna, un espacio propio y autónomo en el que las comunidades indígenas analizan los impactos socioambientales del proyecto, discuten sus posturas y consensúan las medidas propuestas.

Esta etapa requiere una preparación previa que busca que las comunidades estén lo más informadas posible sobre el proyecto y los elementos que se están evaluando en el estudio de impacto ambiental.

Cabe recordar que la Consulta Indígena es una herramienta fundamental para proteger los derechos fundamentales de los pueblos originarios, conforme a los estándares internacionales acogidos por Chile mediante la ratificación del Convenio 169 de la OIT. Este proceso permite a las comunidades deliberar sobre los impactos de un proyecto y proponer medidas de mitigación, compensación o reparación, promoviendo el diálogo y la justicia social frente a proyectos de gran envergadura como el Proyecto Puerto Exterior.

Desde las comunidades indígenas de San Antonio plantearon que un hecho tan lamentable como el robo del Chemamüll resalta la importancia de la Consulta Indígena «como un proceso no solo para garantizar los derechos de los pueblos originarios, sino también para valorar y proteger su cultura, así como también hacer respetar su identidad y tradiciones».