La decisión del mandatario argentino, Javier Milei de no participar de los actos conmemorativos por los 40 años del Tratado de Paz suscrito entre la nación trasandina y Chile, suma tensiones a su relación con el presidente Gabriel Boric y nuestro país.
Ni el denominado libertario, ni su canciller, Gerardo Werthein, estuvieron presentes el martes en la Sala Regia del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano para conmemorar las cuatro décadas del Tratado de Paz y Amistad, firmado el 29 de noviembre de 1984.
La ausencia del presidente argentino despertó polémica y a juicio de analistas y actores políticos demostró un evidente desprecio por su homólogo chileno y hacia la invitación que le hizo el papa Francisco. De hecho fue catalogada como un desaire, tanto en Buenos Aires como en Santiago.
La ceremonia había sido coordinada desde hace meses entre las autoridades de Chile, Argentina y el Vaticano, e incluso estaba previsto que el canciller trasandino Gerardo Werthein acudiera al acto y así fue informado por el minstro Van Klaveren al término de una reunión bilateral que ambos sostuvieron la semana pasada en la Cumbre del G-20, realizada en Brasil.
Sin embargo, Werthein anunció el fin de semana que cancelaba su asistencia. “No voy a ir. Tenemos un profundo respeto por el Papa y una muy buena relación con el Vaticano, pero desafortunadamente a veces ocurren hechos dentro de las relaciones bilaterales que complican las cosas”, argumentó.
A jucio del excanciller chileno, Heraldo Muñoz, fue “lamentable que el canciller argentino no haya concurrido a la ceremonia”. Asimismo, cuestionó que la comitiva que representó a la nación trasandina no contaba con autoridades de peso, a diferencia de la chilena, que estuvo liderada por el ministro de Relaciones Exterior, Alberto van Klaveren.
En concreto, la delegación chilena estuvo compuesta por el canciller Van Klaveren; el presidente del Senado, José García Ruminot; el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Eric Aedo; la embajadora de Chile ante el Vaticano, Patricia Araya; el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo; el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí; el secretario general de Política Exterior, Rodrigo Olsen, y quienes fueron miembros del equipo negociador chileno del Tratado de Paz y Amistad, Milenko Skoknic y Maximiliano Jarpa.
En contraste, la delegación argentina fue encabezada por el embajador de dicho país ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino e integrada por el embajador de Argentina en Italia, Marcelo Giusto; además de Enrique Candiotti, quien trabajó en las negociaciones de la mediación papal. También estuvo el presidente del Correo Argentino, Camilo Baldini, debido al lanzamiento de una estampilla conmemorativa del aniversario del tratado.
“Ni siquiera estuvo presente el vicecanciller argentino o el embajador de Argentina en Chile. Porque de hecho la delegación argentina estuvo presidida por el embajador en la Santa Sede. Es una señal pésima para la relación bilateral, que se agrega a la ausencia de un encuentro presidencial para conmemorar la paz entre los dos países”, declaró en diálogo con Radio y Diario Universidad de Chile.
Muñoz se refirió a las diferencias evidenciadas entre ambos jefes de Estado, durante sus exposiciones en la Cumbre del G20 en Brasil y señaló que a Milei “no le habría agradado la intervención del Presidente Boric” respecto del rol del Estado en el combate contra la desigualdad.
Asimismo, mencionó la tensión existente entre la Casa Rosada y el Vatican, a raíz de las “declaraciones del propio Papa Francisco criticando de manera muy firme al Gobierno de Netanyahu por las masacres de Israel en Gaza.
“Cuestión que evidentemente, por el apoyo de Milei a Israel, por el apoyo al gobierno de Netanyahu, no le habrían parecido aceptables y eso habría contribuido a la ausencia del canciller argentino en esta importante ceremonia”, planteó el ex ministro de Relaciones Exteriores.
Ante la polémica, desde La Moneda decidieron desmarcarse y de entregarle la responsabilidad a la administración de Milei de explicar la razón de la ausencia de su canciller en la ceremonia.
“Las razones que consideró Argentina es algo que no nos corresponde responder, sino que a ellos”, afirmpo la ministra la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, al ser consultada sobre el tema.
En la misma línea, el excanciller Muñoz planteó que “las explicaciones el gobierno argentino se las debe al Vaticano y a la historia del Tratado de Paz y Amistad de estas últimas cuatro décadas”.
Destacó que cinco excancilleres argentinos «condenaron la ausencia del canciller Werthein y lo calificaron como un desaire y un desprecio”.
Excancilleres argentinos repudian desprecio de Milei a un evento trascendente
En efecto, a través de un comunicado, los exministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Rafael Bielsa, Jorge Taiana, Susana Malcorra, Felipe Solá y Santiago Cafiero, indicaron que les «resulta incomprensible la decisión del actual gobierno argentino de hacer un gesto de semejante desprecio gratuito a uno de los eventos más trascendentes de nuestra diplomacia en el último medio siglo».
En opinión de los excancilleres esta acción de la administración de Javier Milei «es un claro menosprecio hacia la diplomacia papal que ha cumplido un rol clave como arquitecta de la paz en nuestra región».
«El Tratado de Paz y Amistad no solo puso fin a una rivalidad carente de sentido con un pueblo tan vecino como hermano, sino que abrió un nuevo capítulo en la historia de ambos países, marcada por la cooperación, el intercambio y la construcción de una confianza mutua», cuestionaron.
Para cerrar el comunicado, advirtieron que «el marcado desdén de la política exterior del presidente Milei por las mejores tradiciones diplomáticas argentinas pone en riesgo décadas de trabajo y de reconocido liderazgo».
Milei suma tensiones con Boric y Chile
El desaire y la ausencia de una comitiva trasandina de alto nivel diplomático en los actos conmemorativos por los 40 años del Tratado de Paz, abrió otro flanco en la tensa relación entre Javier Milei y el presidente Gabriel Boric.
Consultado sobre este punto, el excanciller Heraldo Muñoz declaró a Radio y DIario U de Chile que «deben predominar las razones de Estado por sobre las diferencias políticas e ideológicas que son puntuales».
Al respecto, planteó que entre ambos países deben prevalecer » las razones de Estado, la herencia o el legado de O’Higgins y San Martín, para una relación de carácter estratégico centrada en cuestiones tan fundamentales como la integración económica, la infraestructura y tantos otros asuntos que tienen objetivos comunes».