Cómo los diarios de derecha minimizaron con guantes de seda la condena de Eduardo Macaya

A pesar de la gravedad de los delitos de abuso sexual por los que Eduardo Macaya, padre del senador Javier Macaya, fue condenado, los principales diarios de derecha en Chile apenas cubrieron la noticia, relegándola a secciones interiores o dándole escasa importancia. Esta tendencia evidencia un sesgo en la cobertura mediática cuando se trata de figuras relacionadas con la derecha política.

Cómo los diarios de derecha minimizaron con guantes de seda la condena de Eduardo Macaya

Autor: El Ciudadano

El 10 de julio, Eduardo Macaya Zentilli, padre del senador UDI Javier Macaya, fue declarado culpable de dos delitos de abuso sexual reiterado contra niñas de 14 años. Esta sentencia, esperada por muchos debido a la gravedad de las acusaciones, ha sido tratada de manera desigual por los medios de comunicación chilenos, revelando un sesgo preocupante en la cobertura de noticias que afectan a figuras políticas relacionadas con la derecha.

El Mercurio, conocido por su histórica alineación con la derecha y su controvertido papel durante la dictadura militar en Chile, optó por relegar la noticia a un cuarto de página en la sección C, página 7, sin ninguna mención en su portada. Este diario de gran formato, que actúa como un espacio de expresión para la burguesía nacional y la derecha, parece seguir una línea editorial que minimiza la exposición negativa de sus asociados. Su cobertura limitada y la falta de visibilidad en la portada son una clara indicación de cómo se maneja la información que podría perjudicar a figuras influyentes dentro de su espectro ideológico.

Pordada edición 11 julio, sin alusión a la noticia sobre Eduardo Macaya que viene en el Cuerpo C.
Nota de un cuarto de página sobre Eduardo Macaya en la edición del 11 de julio en El Mercurio

Por otro lado, Las Últimas Noticias, que forma parte de la cadena de El Mercurio, también ofreció una cobertura mínima, dedicando solo un breve a la noticia sin ninguna mención en la portada. La Segunda, otro medio de la misma cadena, ni siquiera mencionó el caso en sus ediciones de hoy o de ayer, lo que subraya aún más la falta de interés en destacar noticias que puedan dañar a la derecha política.

El breve de LUN, cuyo espacio dedicado denota la falta de interés en destacar noticias que puedan dañar a la derecha política.

La Tercera, del grupo COPESA, si bien dedicó dos páginas al «Expediente Macaya», evitó darle visibilidad en la portada. Este enfoque, aunque más detallado que el de El Mercurio, sigue una tendencia similar de evitar la exposición pública directa de un caso tan controvertido.

Páginas dedicadas a la noticia de Eduardo Macaya por La Tercera en la edición de hoy. No obstante, no la mostró en su portada.

En contraste, Publimetro, un periódico gratuito de amplia distribución, colocó la noticia en su portada y dedicó media página a la cobertura, ubicándola en la página 7. El llamado en portada fue claro y directo: «Padre de Macaya culpable de abuso sexual«. Esta diferencia en la cobertura no solo destaca un enfoque más transparente y responsable, sino que también resalta la importancia de la pluralidad en los medios de comunicación para asegurar una información equilibrada y justa para la sociedad.

En este sentido, el tratamiento desigual de esta noticia por parte de los medios de derecha en Chile no es un fenómeno aislado. La histórica relación de El Mercurio con la dictadura y su colaboración en la violación de derechos humanos, junto con su actual impunidad, refleja un patrón de comportamiento donde las noticias que afectan a figuras de la derecha se tratan con guantes de seda. Este manejo de la información no solo afecta la percepción pública, sino que también socava la confianza en los medios como fuentes imparciales de noticias.

La nota de media página que publicó Publímetro en su edición del 11 de julio.

En un contexto donde la transparencia y la justicia son esenciales para la democracia, es crucial que todos los medios de comunicación asuman su responsabilidad de informar de manera justa y equitativa, sin importar las afiliaciones políticas de los implicados. La cobertura de la condena a Eduardo Macaya es un recordatorio de la necesidad de un periodismo que no ceda a las presiones políticas y económicas, y que se mantenga firme en su compromiso con la verdad y la justicia.

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