Jaime Matamala Elorz, de 76 años, ingresó este viernes 31 de enero a la cárcel tras ser condenado por abuso sexual reiterado contra una niña. La Corte de Apelaciones de Valdivia rechazó un recurso de nulidad interpuesto por su defensa, ratificando así la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, que lo había declarado culpable en noviembre de 2024.
Una condena clave tras años de lucha
El caso comenzó en 2022, cuando se presentaron las denuncias que dieron pie a una investigación liderada por la fiscal Mónica Palma. Durante el juicio, se acreditó que los abusos ocurrieron desde 2012, cuando la víctima tenía 8 años.
El abogado de la familia denunciante, Daniel Medina, calificó la resolución como “muy relevante”, destacando que “vino a ratificar la veracidad de los hechos que fueron denunciados el año 2022 y que originaron la investigación que condujo el Ministerio Público, liderada por la Fiscal Mónica Palma”.
Sandra Ranz, de la Red Ciudadana Contra el Abuso Sexual Infantil, también resaltó la importancia del fallo: “Acompañamos el largo y complejo camino hasta la reciente ratificación de la sentencia y encarcelamiento de Jaime Matamala. Hemos sido testigos de la valentía de la víctima y de su familia. Les agradecemos por no callar y denunciar. Agradecemos también a todas y todos quienes apoyaron, sin dudar, la búsqueda de la justicia y permitieron romper las barreras de silencio y normalización que protegen a los abusadores, en especial cuando ostentan poder o influencias”.
Del poder a la caída: reacciones y silencios
El caso ha generado diversas reacciones entre quienes conocían a Matamala, dada su figura pública como exdueño de la radio San Sebastián y su rol como dirigente del Comité Nueva Región (CNR). Mientras algunos optaron por el silencio, otros no ocultaron su sorpresa o intentaron minimizar su culpabilidad.
El presidente del CNR, Heriberto Weber, comentó en una entrevista en noviembre pasado: “Fuimos bien conocidos y realmente me dolió que lo hiciera. No pensé nunca que iba a hacer algo así”. Sin embargo, también responsabilizó a la familia de la víctima: “También hay una responsabilidad de la familia que no supo defender a la niña”.
Weber recordó además que otro exmiembro del CNR había sido acusado de delitos sexuales y que, tras la petición de la familia de la víctima, se revocó la idea de bautizar con su nombre un refugio cordillerano. Según testigos, Matamala también medió en esa gestión.
Por su parte, el presidente del Club Deportivo Valdivia, Patricio Martin, se desmarcó completamente del caso: “No tengo nada que opinar, la justicia actuó”.
Un mensaje para la sociedad: la justicia no distingue poder
La resolución judicial ha sido vista como un ejemplo de que el poder o la influencia no son barreras para la justicia. Sandra Ranz fue enfática al señalar: “Como sociedad valdiviana debemos rechazar de manera tajante estos delitos que son abominables. El silencio o la omisión también son una forma de perpetuar el abuso. En la inmensa mayoría de estos casos, los depredadores son personas cercanas a las víctimas, que abusan de la confianza, en espacios privados, sin testigos y bajo amenaza”.
“Sentimos que esta ratificación de la Corte es un acto reparatorio hacia la niña, su familia y su entorno, y esperamos que con ella se envíe una señal de esperanza a quienes estén sufriendo abusos o a quienes hayan sobrevivido a ellos. Sepan que no están solos y que la justicia sí es posible”, agregó Ranz.
Jaime Matamala cumplirá su condena en la cárcel de Valdivia, cerrando así un capítulo que deja en evidencia las fallas del silencio social ante figuras públicas y el largo camino hacia la justicia para las víctimas de abuso sexual infantil.