Condenan a policía del caso «psicópatas de Viña» por crimen de periodista

La víctima, en compañía de otra estudiante de la carrera de Periodismo de la Universidad Católica, Cecilia Alzamora Vejares, fue vendada y llevada al entonces Cuartel General de la Policía de Investigaciones de Chile para ser interrogada mediante la aplicación de tormentos.

Condenan a policía del caso «psicópatas de Viña» por crimen de periodista

Autor: Matías Rojas

El ministro en visita para causas relacionadas con violaciones a los derechos humanos, Mario Carroza, condenó a dos miembros en retiro de la Policía de Investigaciones de Chile por su papel en el homicidio de José Eduardo Jara Aravena y por las torturas cometidas en contra de Cecilia Alzamora Vejares, ambos periodistas de la Universidad Católica de Chile que fueron secuestrados bajo la dictadura.

De acuerdo a la resolución, los ex detectives Nelson Lillo Merodio y Eduardo Rodríguez Zamora formaban parte del temido «Comando de Vengadores de Mártires» (Covema), integrado por un grupo de funcionarios de la PDI pertenecientes al área de Homicidios, Asaltos y otras unidades, con la finalidad de vengar la muerte del teniente coronel del Ejército Roger Vergara Campos.

Según el fallo, los involucrados «resuelven iniciar por cuenta propia acciones operativas reñidas con los procedimientos institucionales y al margen de la legalidad, más violentas y vulneradoras de Derechos Fundamentales, con el sólo propósito de dar rápidamente con el paradero de los autores del crimen» de Vergara.

Fue en ese contexto que efectuaron «diversas diligencias para recopilar datos del homicidio de Roger Vergara, en los que presumían estarían involucrados personas vinculadas al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, a quienes no trepidaron en buscan, secuestrar, encerrar sin derecho e interrogarlos bajo tortura».

Es así como «el 23 de julio de 1980, Cecilia Alzamora Vejares viajaba junto a su compañero de periodismo, José Eduardo Jara Aravena, en un taxi colectivo por avenida Eliodoro Yáñez con Los Leones de la comuna de Providencia, y una camioneta particular les obstruye el camino y detienen el vehículo de alquiler, luego de ella descienden un grupo de hombres vestidos de civil fuertemente armados, que en forma rápida proceden a sacarlos del vehículo ante la presencia del conductor y pasajeros del taxi colectivo, y los suben a una camioneta marca Chevrolet C-10».

Las víctimas fueron vendadas y llevadas al «entonces Cuartel General de la Policía de Investigaciones ubicado en calle General Mackenna», donde fueron interrogados «mediante la aplicación de tormentos, y solamente lo anterior concluye, cuando se informa que un ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago concurrirá al edificio institucional de Investigaciones, situación que les lleva a modificar el lugar de encierro y tortura, trasladándolos a una casa ubicada en calle Obispo Orrego N° 241 de la comuna de Ñuñoa».

Cabe señalar que uno de los condenados, el ex oficial de Investigaciones Nelson Lillo, es célebremente recordado como el policía estrella del denominado «caso de los psicópatas de Viña», donde intervino para sindicar como partícipe de los crudos delitos al empresario Luis Gubler Díaz, quien más tarde fue liberado por la justicia.

En el emblemático proceso de la Ciudad Jardín -también de 1980-, terminaron condenados por asesinatos y violaciones los ex carabineros Jorge Sagredo Pizarro y Carlos Topp Collins, quienes posteriormente fueron fusilados en Quillota.

Matías Rojas – [email protected]


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