La semana pasada se iniciaron las conversaciones entre la Central Unitaria de Trabajadores y el Gobierno respecto al ajuste del salario mínimo para los próximos cuatro años, negociación que a primera vista se proyecta como «compleja» debido al amplio margen entre ambas posturas.
Al respecto, el presidente de Constramet -Confederación de Trabajadores Metalúrgicos de la Industria y Servicio-, Horacio Fuentes, declaró a Sindical que existe una “postura oficial” respecto del salario mínimo que no se quiere reformar, y que tiene relación con que “en este tema se ha puesto como sacrosanto que el aumento del salario mínimo frena el crecimiento y eso es falso. Cuando este país crecía al 7% los salarios crecían solo 3,5%, lo que es una brecha importante”.
“El problema de fondo es cóomo distribuimos la riqueza y el salario mínimo pone un poco de justicia, pero no vemos una política salarial acorde a la realidad del país”, agregó Fuentes, quien reiteró que “el salario mínimo siempre quedará corto. Con 270 mil pesos no alcanza y sigue siendo una situación de hambre”.
En este sentido, el dirigente apunta al modelo impuesto en el país a partir del código laboral en 1981: “La pregunta es si sostendremos este crecimiento en función de los abusos a los trabajadores, y si el salario mínimo debe discutirse bajo esos parámetros”.
“Debemos entender que el salario mínimo debe asegurar las mínimas necesidades. El discurso de que pone en peligro la inversión es una excusa. Debe haber un estudio sobre cuanto necesita una familia trabajadora en promedio, eso si queremos acortar la brecha de desigualdad. Si no se quiere, dejemos las cosas como están”, afirmó Fuentes.