En una entrevista con la radio de la Universidad de Chile, el senador del Frente Amplio por la Región de Valparaíso, Juan Latorre (RD), advirtió por la «urgencia» que reviste la salud de la población en las zonas afectadas por las emanaciones de gases tóxicos en Quintero y Puchuncaví, una de las tantas «zonas de sacrificio» que existen en el país.
«La urgencia actual es la cuestión de salud en la población. No solo están los 182 estudiantes intoxicados, sino que hay más gente. Conversé con vecinos y vecinas de Quintero que habían tenido varios síntomas y se quejan mucho que el centro de salud que hay en la comuna es muy deficitario, e incluso denunciaban que llegaban muchas personas con los mismos síntomas, pero los atendían muy rápido, les daban diagnósticos distintos, y sin exámenes médicos», denunció el parlamentario.
«En definitiva, no hay un plan de estar examinando a la población que pueda estar con contaminación en su cuerpo. Esto causa preocupación y angustia a las personas que viven en esas comunidades», añadió Latorre.
En esa línea, el senador apuntó a las responsabilidades por la contaminación presente en la zona, asegurando que pese a que el Gobierno sindicó rápidamente a Enap, los habitantes de Quintero, Puchuncaví y Ventanas señalan a Oxiquim y las termoeléctricas, que son empresa privada.
«Uno de los problemas que la gente critica es que no hay evidencias de planes serios de salud en la población para hacer exámenes preventivos, de control de la población, como sí los hay en otros países para las comunidades que están expuestas a sustancias o empresas que emiten contaminantes similares», puntualizó.
“El Estado ha mirado para el techo desde el punto de vista de la salud de la población y eso me parece gravísimo. Es una vulneración a los derechos constitucionales de vivir en un medio ambiente libre de contaminación y a la salud”, agregó el legislador.
Respecto al concepto de «zonas de sacrificio», Latorre afirmó que que la idea de establecer estas «denominaciones» en Tocopilla, Puchuncaví, Quintero, Ventanas y Concón, es porque son áreas emblemáticas para el desarrollo industrial desde hace más de 50 años.
«Allí gradualmente se han ido instalando empresas grandes y altamente contaminantes porque de alguna manera el Estado ha sido permisivo. La normativa ambiental no se condice con la normativa internacional y las multas a las empresas son bajas. A las empresas les sale barato contaminar y transgreden la norma, los sistemas de monitoreo no son independientes sino que son contratados por las mismas empresas, y no hay un Estado que esté de verdad interesado en regular los niveles de contaminación», cuestionó Latorre.
«Cuesta entender cómo se instalaron 17 empresas en un mismo lugar y se siguen aprobando proyectos. Campiche se aprobó hace poco tiempo y hay un par que está en estudio. O sea se trata de una zona saturada y se siguen aprobando proyectos y empresas de todo tipo, ya sea estatales como Codelco, Enap o Enami en su momento; y privadas, sean nacionales o extranjeras», enfatizó el parlamentario de Revolución Democrática.
En este punto, el senador cuestionó: “Es la gente que sufre los costos y ¿cuáles son los beneficios? ¿Empleo? Muchas veces esos empleos son precarios, pero ni siquiera hay salud o educación de calidad. Acá hay un modelo de desarrollo que sacrifica literalmente a una población”.
Finalmente, para Latorre, uno de los aspectos positivos de esta crisis de contaminación en la zona de Quintero y Puchuncaví es que la comunidad se está organizando: «Ahora en la zona la gente se está organizando, hay cabildos, hay una autoconvocatoria de la comunidad y lo bonito es que se están articulando las distintas organizaciones sociales. Está despertando la comunidad y no solo aquí, sino en otras comunas aledañas como en Maitencillo y Horcón así es que hay que estar atentos», concluyó.
Fuente: Radio Universidad de Chile