La Confederación de Trabajadores del Cobre, la Federación de Trabajadores del Cobre, el Comité de Defensa y Recuperación del Cobre, y un conjunto de otras organizaciones sindicales y movimientos sociales, hemos estado realizando durante años un trabajo de sensibilización en la sociedad chilena por la necesidad de nacionalizar las empresas de la gran minería del cobre para el provecho del país y su reinversión en el bienestar de las personas del territorio, no así como ocurre hoy en día en que grandes empresas mineras extranjeras despojan de la riqueza de Chile a sus habitantes. La causa nos moviliza más allá, hacia la nacionalización de otros bienes públicos, naturales, comunes y mineros en general.
En Chile ya tenemos experiencia jurídica y constitucional en materia de nacionalización, comenzando por la nacionalización pactada de Frei Montalva y Radomiro Tomic, y la nacionalización total realizada en 1971 por el Presidente Salvador Allende, al nacionalizar las empresas de la gran minería del cobre, mediante una disposición transitoria de la Constitución, como lo fue la 17° Transitoria de la Constitución de 1925, (Ley 17.450) aprobada por la unanimidad del Congreso Nacional. Para nacionalizar en la actualidad, también se puede hacer en una disposición transitoria de la Nueva Constitución.
La nacionalización de la minería del cobre para Chile es algo muy sustantivo si consideramos que en nuestro país se encuentra entre el 40 y 50% de las reservas mundiales de cobre. Hacia 1990 Chile producía 1,6 millones de Toneladas de cobre y el 90% de la producción estaba en manos del Estado aportando cerca del 25% del Presupuesto Nacional. En el año 2020, Chile produce 5,8 millones de Toneladas, sin embargo, el cobre aporta solo el 7,3% del Presupuesto Nacional, y esa fuerte caída de los aportes del cobre al erario nacional se debe a que hoy más del 70% de la producción de cobre ha vuelto a estar en manos de mineras extranjeras.
En el mismo período 1990-2019 han sido muy cuantiosas las toneladas de cobre que se han llevado las grandes empresas mineras extranjeras, por el orden de 85.056, sin embargo esa cifra corresponde tan solo a la exportación declarada en Aduanas por las mismas empresas mineras, pero es de conocimiento público que tanto Aduanas como la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) no fiscalizan la exportación de concentrados, por lo que la exportación real debe ser a lo menos un 20 a 25% superior a la cifra oficial, lo que daría que la exportación de cobre por parte de las mineras extranjeras sobrepasaría las 100 millones de toneladas, que al precio real de los últimos 15 años de 3 dólares la libra (US$ 6.612 la tonelada) ha significado que las mineras extranjeras se han llevado de nuestro país, en estos 30 años, alrededor de US$ 661.200 millones (100.000.000*6.612), solo por el cobre, a ello habría que agregar el oro, la plata, el molibdeno, el renio, el cobalto, selenio, telurio, platino, paladio, azufre y otros metales, podemos estimar en 20% más, lo que nos daría que las mineras privadas se han llevado de Chile alrededor de 800 mil millones de dólares, entre 1990 y 2019.
En comparación, esto significa que las empresas extranjeras se han llevado de Chile, desde 1990 a 2019, el equivalente a 14.600.000 casas de un valor de 40 millones de pesos, y según informes del S.I.I. han pagado en Impuesto a la Renta más Impuesto Específico a la Minería, conocido como royalty, alrededor de 40 mil millones de dólares solamente, equivalente a 730.000 casas de un valor de 40 millones de pesos, es decir, se han llevado alrededor de 14 millones de casas, mientras que en Chile cientos de miles de familias viven en campamentos o de allegados.
A mayor perjuicio, los tratados de libre comercio que ha firmado Chile, especialmente con EEUU y Canadá, nos impiden obligar a las mineras extranjeras a fundir, refinar y manufacturar el cobre en Chile, es decir no podemos darle valor agregado e industrializar el cobre en Chile, y lo mismo pasa con el litio y otros minerales, lo que redundaría en mayor empleo y ganancia por producir de manera más sofisticada y competitiva, cumpliendo a la vez con los estándares en materia ambiental más altos del mundo.
Hemos visto como en los últimos 50 años se ha entregado nuestras riquezas naturales al extranjero en forma de explotaciones y concesiones, y se han entregado a las empresas privadas bienes de uso público, como el agua. Somos el único país en el mundo en que el recurso indispensable para la vida, el agua, es de propiedad de privados y no público. Solo nacionalizando el agua, se podrá satisfacer en la Nueva Constitución: el derecho humano al agua. En Chile se ha entregado a manos privadas y extranjeras no solo el agua, sino también: la electricidad, el mar, la previsión, la educación y otros tantos bienes indispensables para la vida humana, donde ha operado un rol subsidiario del Estado y no garante de derechos fundamentales.
Las riquezas naturales deben ser para sus dueños: las y los chilenos. Estamos en un momento crucial en la historia de nuestro país en que se está gestando una Nueva Constitución para Chile que redefinirá entre otras cosas, los nuevos cimientos de su modelo de producción y desarrollo; es por esto que está el terreno propicio para una segunda nacionalización de la gran minería del cobre, de los bienes públicos y naturales como única forma de recuperar su renta o ganancias colosales para el beneficio de los habitantes de nuestro país.
Solo nacionalizando las empresas mineras extranjeras, podríamos reducir la producción de cobre y de otros elementos que generan muchas externalidades negativas al medio ambiente y las personas, de manera de otorgarle valor agregado a los metales industrializándolos en Chile. La nacionalización es la solución para una recaudación fiscal más abundante a la vez de replantearnos una relación más respetuosa y armónica con el medio ambiente.
Por todo lo anterior y más, se invita a amplios sectores de nuestra sociedad: organizaciones sindicales, sociales, ambientales, feministas, culturales, de Derechos Humanos y territoriales, a asistir y celebrar el PRIMER CONGRESO POR LA NACIONALIZACION DE LOS BIENES PÚBLICOS, COMUNES Y MINEROS, con el objeto de formar un gran Acuerdo para la Nacionalización de los bienes públicos y mineros, consagrándolos en la Nueva Constitución.
Se contará con la especial participación de Convencionales Constituyentes. Se desarrollarán foros con organizaciones especializadas acerca de: Bienes Comunes, Soberanía Alimentaria, Bienes Mineros y medioambiente, en una carpa especialmente habilitada, como también habrá un espectáculo de música y danza, en vivo.
La cita es el sábado 6 de noviembre de 2021, de 10:00 a 20:00 hrs., en el Parque Almagro de Santiago. También, se invita a organizaciones interesadas en contar con un stand durante todo el evento a mandar un correo con sus datos a: [email protected].