En medio del cambio de Gabinete, que instaló a nombres de la Derecha más dura en La Moneda, en Plaza Dignidad se intentaba borrar un hito que se convirtió en símbolo del movimiento feminista.
A más de cuatro meses de la masiva y multitudinaria marcha del 8 de marzo en Plaza Dignidad, donde la Brigada Laura Rodig de la Coordinadora Feminista 8M pintó «Históricas» junto a cientos de feministas, la mañana de este martes, un grupo de funcionarios llegó al lugar para intentar borrar el icónico rayado, que resistía a los intentos de la Intendencia por eliminar los vestigios de la revuelta popular tras el 18 de octubre.
Con alquitrán, los funcionarios comenzaron a repasar cada una de las letras, en un trabajo que se debió extender hasta la tarde. Ante esta acción, desde la Brigada Laura Rodig rechazaron el hecho y advirtieron que «tapar, cubrir, blanquear, borrar, fueron algunas de las acciones de censura que impuso la Dictadura, y son las mismas con las que este gobierno pretende eliminar nuestro rayado, huella material de un grito que millones alzamos juntas el último 8 de marzo».
Asimismo, enfatizaron en que «para cambiar la historia no hay que pedir permiso, la lucha feminista es memoria de futuro, es herencia y porvenir, es calle, plaza, casa, pieza, aula, fábrica, oficina, micro y población. Estamos en todos lados y somos #Históricas».
Sobre el intento de eliminar la marca que quedó desde el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las integrantes de la brigada sentenciaron que «ni con alquitrán borrarán las huellas de la revuelta popular y nuestra lucha feminista».