En pleno proceso de vacunación contra el Covid-19 en el país, el Consejo para la Transparencia (CPLT) hizo un llamado a transparentar la información de las dosis elaboradas por distintos laboratorios y evitar noticias falsas al respecto.
En medio de una discusión con una mesa de expertos, el organismo abordó distintos temas relacionados a la inoculación, poniendo énfasis en el peligro que la información falsa puede generar en materia sanitaria en tiempos de pandemia y en el mismo proceso de vacunación.
La presidenta de la entidad, Gloria de la Fuente, recalcó la urgencia de la entrega de información en lenguaje claro y de forma oportuna a la ciudadanía en momentos relevantes para las personas, con el fin de que éstas puedan ejercer control social de la autoridad, exigir rendición de cuentas o combatir la corrupción, mientras que sobre el Covid-19, manifestó que es necesario “reconocer a las personas el derecho fundamental que tienen de acceder a la información pública”.
“Si se trata de Covid-19 y de la vacunación –la política pública en materia sanitaria más relevante que tendremos en el mundo en 2021-, es necesario ir en contra de toda información que comulga en contra de una toma de decisiones adecuada de los ciudadanos”, dijo De la Fuente.
“Toda la información que circule, ojalá sea de fuentes que nos permitan acceder a datos objetivos, reales, que permitan tomar mejores decisiones y no a la desinformación o noticias falsas, que tienen en general, a proliferar mucho más que otro tipo de noticias”, añadió la personera.
En la oportunidad, Fabián Padilla, uno de los expositores en el encuentro y periodista de fastcheck.cl, se refirió a la importancia de combatir la desinformación desde diversos frentes y coincidió con otros de los participantes en que el miedo y otras emociones son factores que inciden significativamente en la circulación de contenidos falsos, también sobre la pandemia y la vacuna en particular.
Al respecto, aseguró que “hasta ahora, en mi opinión, no hay voces lo suficientemente tranquilizadoras para darle paz y calma a la gente sobre este proceso”.
En tanto, el profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica y editor general del medio de verificación Factchecking.cl, Enrique Núñez, apuntó a la necesidad de entender dos elementos como estratégicos para afrontar el fenómeno: a qué circuitos y en qué espacios se comparte desinformación sobre las vacunas. En esta línea destacó el rol que desempeñan en este proceso los “influencers”, es decir, las personas más influyentes que pueden expandir el mensaje.
Por su parte, la abogada, doctora en derecho y especialista en diseño institucional, regulación y tecnología, Danielle Zaror, abordó la temática desde la regulación del comportamiento, que se sustenta en la idea de que no siempre los individuos toman la mejor decisión respecto de cuestiones que favorecen su propio bienestar.
En relación a las campañas de vacunación, Zaror dio a conocer algunos hallazgos de investigaciones internacionales que establecieron que mediante estrategias focalizadas, como recordatorios, capacitaciones, fomento en el personal sanitario, son más exitosas. Asimismo, destacó la relevancia de conocer las conductas o reacciones de la población, desde sus propios sensibilidades y realidades territoriales, para generar una adecuada estrategia de comunicación en torno a la vacuna.
Finalmente, en representación del Colegio Médico, Francisca Crispi, recalcó el dañino efecto que genera la desinformación sobre las vacunas y advirtió que este fenómeno puede generar un impacto aún peor cuando exista mayor disponibilidad de dosis, por lo que se requiere una comunicación de riesgo clara y efectiva desde ahora.
También se refirió a la confianza que deben ostentar quienes entregan el mensaje sobre las vacunas, por lo que cuestionó que el rol de impulsor de la estrategia se concentre en la autoridad sanitaria y destacó el papel que deben desempeñar los medios de comunicación, no sólo para transmitir contenidos, sino que para no dar espacio a mensajes que no son validados por la comunidad científica. “Dar una portada a un médico antivacunas, es un acto irresponsable”, sentenció Crispi.