Tras la llegada de la pandemia del coronavirus a Chile, se han agudizado las dificultades de los sectores y grupos más vulnerables. Uno de ellos, son los hijos de migrantes, pues parte importante de ellos se encuentra excluido de las políticas de protección social debido a que quedan fuera de la aplicación del Registro Social de Hogares (RSH).
En Chile, el sistema de protección social funciona con el filtro del RSH. Para tener acceso a éste, se exige contar con cédula nacional de identidad vigente. Sin embargo, la población migrante no siempre cuenta con cédula de identidad, debido a que los procesos de regularización migratoria pueden tener obstáculos ajenos a su voluntad, y que dificultan o demoran la obtención de sus visas, así como la renovación de las mismas.
Entonces, al no contar con RSH, no se califica el nivel de vulnerabilidad en que se encuentran los niños y sus familias, por lo que quedan excluidos de políticas de protección social, entre ellas programas que implementan el Ministerio de Desarrollo Social, el Mineduc y la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).
Hasta ahora, no se han hecho adecuaciones en la implementación del RSH, por lo que existen niñas y niños que han migrado con sus padres a Chile y pueden encontrarse por años viviendo en territorio chileno; o bien, hijos de migrantes que han nacido en Chile -y por lo tanto, son chilenos-, pero cuyos padres no han logrado regularizar su situación migratoria. Al 31 de marzo, el Ministerio de Educación (Mineduc) registraba 11.593 niños que se encontraban con número identificador provisorio (IPE) y por lo tanto sin RUN. Ellos se encontrarían en esta situación.
En este contexto, es que Colectivo Sin Fronteras -organización sin fines de lucro que trabaja por las niñas, niños y familias en situación de migración- ha estado gestionando con la JUNAEB que los beneficios que se otorgan a los estudiantes con RUN lleguen también a todos quienes les corresponda, incluyendo a aquellos que son migrantes o chilenos hijos de migrantes pero que todavía no cuentan con RSH.
Así, la jornada de este lunes, en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, la parlamentaria Camila Rojas (Comunes) y el diputado Gonzalo Winter (Convergencia Social), se comprometieron a enviar un oficio al Mineduc y a la JUNAEB para obtener respuesta a la solicitud realizada.
Según Patricia Loredo, psicóloga y directora del Colectivo Sin Fronteras, en resguardo del derecho a la no discriminación, es necesario que «los programas de JUNAEB puedan incorporar a los niños y niñas, independientemente de su situación migratoria… lo que es especialmente urgente en el contexto actual de crisis sanitaria en la que ninguna de las medidas que están tomando está llegando a estas familias, aun cuando en algunos casos, puedan estar viviendo 5, 8, 10 años en Chile».
Por lo anterior, y más allá de la actual pandemia de coronavirus, Loredo señala que «lo urgente es que niñas y niños hijos de migrantes puedan acceder a todas las políticas JUNAEB, pero el tema de fondo que resolvería la exclusión a grandes y a chicos, es que el RSH no se condicione a cédula de identidad y que, por ejemplo, baste con un año de residencia en Chile o dos, que es el criterio que está contemplado en el proyecto de ley migratoria que presentó el Gobierno, para que puedan aplicar a la evaluación al RSH».
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