Por Valentina Benito
Cristina Dorador, nacida y criada en Antofagasta, es bióloga de la Universidad de Chile y doctora en Ciencias Naturales de la Universidad de Kiel, en Alemania, donde se especializó en ecología microbiana.
Posteriormente, Dorador regresó a Chile con el objetivo de trabajar en su región. Actualmente lleva 12 años trabajando en la Universidad de Antofagasta, realizando investigaciones y del mismo modo, fomentando la investigación local.
Paralelamente, ha trabajado en temas como la promoción de políticas públicas sobre el resguardo de la naturaleza, especialmente de los salares, que de acuerdo con la científica «son sistemas muy frágiles y muy intervenidos actualmente, sobre todo por la minería».
Actualmente, Dorador es candidata para la Convención Constitucional por el Distrito 3 en la Lista Movimiento Independientes del Norte (ZZ).
En la entrevista con La Convención Chica de El Ciudadano, la científica comentó sobre puntos importantes a considerar en la Nueva Constitución, especialmente aquellos relacionados a cómo el extractivismo y el centralismo han afectado a los diferentes territorios, tales como la Región de Antofagasta.
Extractivismo y depredación de salares
Dorador afirmó que el extractivismo es un tema muy antiguo en nuestro país, y que corresponde a una problemática que debe verse desde muchas aristas, no necesariamente desde la perspectiva económica y del royalty minero como se le denomina, sino que desde las consecuencias medioambientales que ha provocado sólo éste en salares, y también desde el impacto en las personas que habitan los respectivos territorios.
“Todo esto fue un proceso vinculado a razones políticas también, si uno lo ve en detalle. Después de la Constitución del 80′, incluso antes, ya del 75′ en adelante empiezan a haber exploraciones por cobre en Chile en gran escala. Se empiezan a pedir los derechos de agua gracias al Código de Aguas que se establece en esa época. Entonces fue una preparación previa para lo que iba a venir después”, explicó.
En esta misma línea, la candidata señaló que las mineras comenzaron a trabajar desde antes de la promulgación de la Ley sobre bases generales del medio ambiente de principios de los 90’, y que esto ha generado casos graves, como por ejemplo, el secado del Salar de Punta Negra para el uso de agua en procesos mineros, y asimismo, el uso de estos ecosistemas como tranques de relave, como el caso del Salar de Talabre, donde residen los desechos de Chuquicamata.
Respecto de estos casos, Dorador indicó que hay muchos más y que por lo tanto, “el extractivismo es destrucción de la naturaleza”.
«Por otro lado, se piensa siempre en la exportación de cobre, pero no se relaciona de dónde sale el agua, que el agua es crucial, sin agua no hay proceso (…) El agua en el norte ya es escasa porque vivimos en un desierto, entonces el agua viene de napas subterráneas, del Río Loa, o de salares«, precisó la científica.
Asimismo, fue enfática en señalar que los salares “han sido claves para el desarrollo de la economía nacional y no se han reconocido como tales. Hay muy pocos protegidos«
Sobre las idea de nacionalizar los recursos naturales, Dorador advirtió que ese tema solamente se está viendo desde la perspectiva económica, pero que no hay una “crítica profunda al extractivismo”.
“La solución, creo yo firmemente, es el desarrollo del conocimiento, y sobre todo el conocimiento territorial y el conocimiento local. Tenemos tanto qué hacer, tanto qué saber de nuestros territorios, tantas ideas”, puntualizó.
Dorador también criticó que exista una mirada a corto plazo, pero no a futuro, sin pensar sobre lo qué pasará con las próximas generaciones.
«Si cambiamos la forma en que entendemos la naturaleza, no como una proveedora de servicios y productos para los seres humanos, sino que nosotros somos parte de la naturaleza. O sea la economía que se manifiesta es la naturaleza, por lo tanto destruirla no tiene ningún sentido. (…) Ni siquiera hay una sensibilidad generacional al respecto«, aseveró la científica.
Las consecuencias del centralismo
Respecto del centralismo, Dorador planteó que no se trata solamente de la concentración del poder poder político, sino de cómo las narrativas se incorporan a los territorios, y asimismo, explicó cómo el actual sistema afecta a las personas que los habitan, tanto socialmente como en temas de salud.
“Lo que se nos ha planteado todo el tiempo es que la minería es muy importante, se le llama el sueldo de Chile, pero ese sueldo no llega a todos, llega a unas personas. Y los que habitamos acá tampoco se nos considera como parte en esa ecuación», criticó.
En el ámbito de la investigación, Dorador precisó que «todos tenemos realidades territoriales muy diferentes y a veces se quiere imponer ideas sobre otras sin considerar los saberes y los sentimientos que cada uno tiene en sus propios territorios«.
“En ese sentido yo quise desarrollar investigación aquí en el norte, por la falta de investigación que hay, hay realmente una brecha tremenda, (…) el 70% de la investigación científica se hace en la Región Metropolitana«, señaló.
Tomando en cuenta la falta de investigación en los territorios, Dorador se refirió a la eventual reactivación económica post covid, sobre la cual planteó que vendrá de la mano de la producción de más cobre y más litio, y que ello tendrá un costo “altísimo”.
“Ya tenemos un costo enorme por covid en nuestras comunidades. El costo que va a venir después ambiental a largo plazo va a ser alto (…) ya la normativa ambiental chilena no es pro ambiente, sino que es pro proyecto, y a posteriori, si es que hay un daño se repara y no al revés», advirtió.
Sobre estos daños, específicamente en la Región de Antofagasta, Dorador hizo énfasis sobre el cambio del entorno producto de la actividad minera.
«Es impresionante cómo ha cambiado el paisaje. O sea ya no tenemos cerros como antes, ahora uno va por la carretera y lo que ve son tranques de relave, cerros de kilómetros de alto, pero que son sólo botaderos de alguna actividad minera, y que quedan ahí como llamados pasivos ambientales”, lamentó.
Asimismo, Dorador señala que «es mucho el impacto, y está relacionado a la salud de las personas», y sobre esto advirtió que la Región de Antofagasta tiene las tasas más altas de cáncer del país.
En esta misma línea, la científica insistió en que a pesar de que Antofagasta produce las grandes riquezas del país, teniendo el segundo PIB más alto de Chile, aún así deben competir por los recursos.
Sumado a lo anterior, ante la ausencia de un Índice de Precios al Consumidor (IPC) regional, Dorador criticó que «a todos nos miden con la misma vara, siendo que tenemos realidades diferentes, es una invisibilización continua respecto de nuestras realidades«.
“Entonces las regiones, sobre todo las regiones que más producen, se han quedado muy muy atrás en el llamado desarrollo, y eso hay que cambiarlo absolutamente», manifestó.
Para afrontar esta problemática, Dorador indicó que la nueva Constitución debe ser moderna y que no debe quedarse «en un conservadurismo patriótico», y que además, debe ir vinculada a la reparación.
«El norte de Chile tiene que ser reconocido como una zona que ha sido crucial y fundamental para el desarrollo de todo el país, por lo tanto requiere reparación, porque no tenemos reparación, hay personas que se enferman de cáncer por actividades mineras y si no tienen los recursos para irse a Santiago, se mueren», aseveró.
El estigma en los territorios
Otro punto relevante destacado por la científica corresponde al lenguaje utilizado para referirse a los territorios que se han visto afectados por la depredación medioambiental de las grandes empresas mineras.
Al respecto, manifiesta no estar de acuerdo con el término de las “zonas de sacrificio”, puesto que “genera estigma”.
«Son súper importantes también las narrativas y los lenguajes con los que uno se refiere a las poblaciones, porque las daña, y genera, sobretodo en los jóvenes, este sentir de que no se puede hacer nada, de impotencia, y no, yo creo que estamos en una oportunidad enorme ahora de cambiar las cosas, de dar un giro, y para eso son tan importantes las voces distintas, las que no han estado en los poderes, las que son independientes, y que podamos contribuir a este cambio», afirmó.
La brecha que enfrentan las candidaturas independientes
Sobre el proceso constituyente, Dorador fue enfática en hacer un llamado a que las personas voten, especialmente por candidaturas independientes, ya que de lo contrario “van a ser los mismos y mismas de siempre, quienes van a escribir esta Constitución».
En esta misma línea, añadió que a las candidaturas independientes se les ha hecho difícil, en especial por el único segundo con el que cuentan las y los candidatos en la franja televisiva.
“Hay una brecha tecnológica, o sea uno puede hacer mucha publicidad por redes sociales, pero lamentablemente hay una brecha digital enorme también en los territorios, la tele llega más en algunos sectores que la internet”, indicó.
Asimismo, Dorador insiste en que se trata de un proceso histórico, el cual se debe a quienes fueron víctimas durante el estallido social, y que por ello votar se trata de «un deber«.
«Quiero hacer un llamado a la gente, insistir en que este proceso es un proceso histórico, se debe a las personas que salieron a la calle, muchos perdieron sus vidas, perdieron sus ojos, muchos siguen presos también por haber protestado, y por lo mismo es casi un deber creo yo salir en esta oportunidad a votar, votar por personas independientes y hacer todo lo posible para cambiar este país que tanto necesita de nuevas voces, de nuevas ideas, y tener de nuevo, insisto una mirada de futuro», puntualizó.