Un amplio rechazo generaron las agresiones cometidas por los guardias del obispo evangélico Eduardo Durán, contra trabajadores de la prensa que este domingo cubrían el Te Deum en la catedral de Jotabeche.
Uno de los afectados fue el periodista de radio Cooperativa, Rodrigo Pérez, quien relató que «estábamos acercándonos a los obispos y mientras empezábamos a preguntar se nos acercaron unos guardaespaldas que nos separaron para alejarnos del obispo Durán, y cuando ya el obispo iba subiendo al segundo piso de la Catedral, los guardias empezaron a empujarnos y pegarnos y en ese momento atraparon al periodista de la Biobío, le taparon la boca y lo botaron».
El agredido fue identificado como Óscar Cáceres, quien terminó en la IST, donde le diagnosticaron un esguince cervical debido a la «llave» que le realizaron los guardias para evitar que se acercara al obispo. Desde el Gobierno, la ministra Cecilia Pérez criticó la que calificó como «agresión matonesca e inaceptable» que sufrieron ambos periodistas.
En tanto, el obispo Eduardo Durán, entrevistado por radio Cooperativa, afirmó que la situación se escapó de su control: «Como usted vio, yo venía rápidamente subiendo al segundo piso donde iba a tener un almuerzo con los obispos de Estados Unidos y a duras penas pasé porque el lugar era estrecho (…) Voy subiendo al segundo piso cuando me doy cuenta de lo que está pasando y yo inmediatamente terminé ese asunto porque era inconcebible que pasara una cosa así», aseguró Durán.
«Esto estaba coordinado con la seguridad del Gobierno porque se presumía que habría gente que podía interpelar al Presidente en mala forma con motivo de la aprobación de la Ley de Igualdad de Género, entonces no solamente había Carabineros de civil (…) Esa era la razón de que había ese tipo de seguridad», argumentó el obispo.