Este viernes, varias apoderadas y estudiantes del Liceo Manuel Barros Borgoño de Santiago denunciaron una violenta irrupción de Carabineros en el establecimiento, acción que fue motivada a su vez por los incidentes protagonizados, nuevamente, por sujetos con «overoles blancos».
Según señaló el reporte general de la prensa, en los desórdenes participaron unos 30 individuos vestidos con esta indumentaria, la misma -recordemos- que vestía el grupo autodenominado «patriota» que destruyó a fines de septiembre de este año (2022) el Jardín de la Resistencia en Plaza Dignidad.
No hay que olvidar que los «overoles blancos» vienen operando hace tiempo, de forma muy violenta, en las manifestaciones estudiantiles de distintos establecimientos públicos de la comuna de Santiago, como el Instituto Nacional, el Internado Nacional Barros Arana y el Liceo Barros Borgoño, entre otros.
La acción es casi siempre similar: los overoles blancos causan los incidentes, agreden a carabineros y luego se refugian en el colegio, cuya comunidad debe sufrir la violenta irrupción de las Fuerzas Especiales.
Curiosamente, la mayoría de las veces se detiene solo a alumnos -muchos de ellos, menores de edad- y muy rara vez a un «overol blanco».
Así, cuando destruyeron el Jardín de la Resistencia, parte de la opinión pública llamó la atención sobre la evidente coincidencia: «Los overoles blancos que se hacen pasar por estudiantes en las marchas y manifestaciones, éstos son quiénes tras montajes y en connivencia con carabineros criminalizan las legítimas demandas de los estudiantes», expresaba una de las vecinas que participó en la creación del Jardín en aquella ocasión.
Grave situación en Liceo Barros Borgoño
Este viernes 18 de noviembre los «overoles blancos» volvieron a aparecer en el Liceo Barros Borgoño de calle San Diego. Con gran espectacularidad, lanzaron una importante cantidad de bombas incendiarias a Carabineros.
Como ya es frecuente, los grandes medios televisivos y escritos cubrieron con interés estos hechos de violencia, que estuvieron, como no, en los titulares de todos los noticieros y pautas de radios y medios digitales incluso de regiones.
Con los incidentes a la vista, desde Carabineros justificaron el ingreso de sus funcionarios al colegio, «al corresponder a un delito flagrante». Una vez dentro, detuvieron violentamente a tres jóvenes, dos alumnos y un ex alumno del liceo. Ninguno de ellos llevaba overol blanco.
«Carabineros efectuó una persecución de las personas que estaban lanzando estos elementos incendiarios, bombas caseras molotov, que se refugiaron al interior del colegio, razón por la cual se procedió al ingreso», declaró posteriormente la fiscal Macarena Cañas.
Más tarde, en la formalización, los dos alumnos del liceo quedaron en libertad (con medidas cautelares) y se fijó un plazo de 60 días para la investigación.
Comunidad educativa conmocionada
«Entraron los pacos miserables cobardes de la COP a golpear estudiantes al LMBB. Bombardearon a gases, Uno de los estudiantes detenidos y golpeados en el suelo es el presidente del Centro de Estudiantes, mi hijo! Estoy con ataque de ansiedad, hoy era ensayo de su graduación», escribió una apoderada del establecimiento en la red social Twitter.
Como ella, muchas madres y padres expresaron su preocupación por esta nueva situación de violencia: «Mi hijo estaba en la sala junto a otros compañeros, un profe al ver lo que ocurría cubrió con su cuerpo a varios chiquillos, también lo golpearon. A mi hijo lo arrastraron y lo golpearon, aún no sabemos cuántos detenidos más hay», agregó la misma apoderada.
En tanto, el equipo de gestión del liceo publicó un comunicado en sus redes sociales donde lamentaron «profundamente» los hechos ocurridos y denunciaron que el ingreso de Carabineros no fue consultado ni informado a las autoridades educativas, «ni mucho menos fue autorizado por la Dirección del establecimiento ni tampoco por parte de la Dirección de Educación Municipal (DEM) ni la Alcaldía».
De esta manera, nuevamente, se tensiona y agrede a una comunidad educativa competa, donde apoderadas, profesoras y profesores, trabajadores de la educación y estudiantes se ven violentados en su propio colegio por la acción de un grupo cuyos integrantes nunca son detenidos.
Asimismo, llama mucho la atención que dado el largo tiempo que los «overoles blancos» llevan operando de la misma manera, aún no logren ser identificados y desarticulados y continúen causando episodios como el ocurrido en el Liceo Barros Borgoño.
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AOM