La nueva Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, se refirió a los criterios que priman en los tribunales de familia para otorgar el cuidado de menores, a raíz del terrible caso de la niña Ambar, en Los Andes.
«Lo que hemos podido apreciar en no solo el caso de Ámbar, sino también otros, es que al final se entrega el cuidado a personas que no tenían las capacidades para hacerse cargo», afirmó Muñoz, en una entrevista con Emol, donde apuntó sus críticas especialmente al Tribunal de Familia, luego de que Ignacio Páez, tío de las menores, denunciara que pidió su custodia durante meses siendo finalmente discriminado por ser homosexual.
«Esto a mi juicio implica saber qué pasó en el Tribunal de Familia. De acuerdo a lo que he escuchado y leído, al tío se le habría negado la petición por ser gay. Ahí es cuando uno tiene la legítima inquietud de preguntarse: ¿Qué criterios primaron en los tribunales para optar por esta familia y no otra?», se preguntó la Defensora.
«Lo que hay que hacer es revisar, no solo el tema de los programas, sino que la manera en que se evalúan y qué tipo de profesionales evalúan a quienes van a tener el cuidado de los niños», puntualizó Muñoz.
«Yo parto de la base que en cualquier decisión de un tribunal que entrega a un niño se evalúa a todos los miembros del grupo familiar, si no me parece una evaluación absolutamente restrictiva. Para de la revisión debería evaluarse no solo a la persona que va a estar formalmente al cuidado de la niña, sino quienes también integran el grupo familiar», sostuvo.
Finalmente, la Defensora de la Niñez reiteró que «lo que estás haciendo es una evaluación sesgada porque puede que la tía haya tenido las garantías exactas para hacerse cargo, pero si la tía trabaja y la niña va a estar en condiciones de cuidado de otra persona, no se está haciendo la evaluación de a quién se entrega verdaderamente la custodia».