La intervención en la Legua lleva años. Las inversiones también de parte de todos los gobiernos
durante estos años. Y las personas que viven y que no están implicadas, en las balaceras, no entienden porque
esto no para.
Incluso una de las mujeres decía: “debieran de enviar a los milicos y hacer una encerrona cuando la
situación está, porque la verdad es que los pacos no hacen nada, yo creo que están de acuerdo con lo que
pasa”.
Mientras tanto se discute en el Congreso, aún, las leyes que podrían garantizar, si hay recursos
concretos, a que los derechos de los niños y niñas se hagan realidad para todos y todas.
La Legua es actualmente uno de los “barrios críticos”. Se creó una comisión para estudiar esta
situación desde los diputados. El Instituto de los Derechos Humanos sacó un documento; la Universidad
diego Portales. La situación continúa. Se siguen vulnerando colectivamente los derechos de los niños y
niñas. Se continúa sin dar una respuesta a esta situación y sobre todo a un contexto global de los derechos de
los niños y niñas.
Los niños y niñas desde hace al menos 15 años han estado en este contexto de balaceras, de
intervención de los gobiernos por buscar una solución, que aún no está. Que impotencia darse cuenta, que
mientras están las discusiones y propuestas de los presidenciables, hay que seguir enfrentando las
vulneraciones que día a día, se siguen dando en los territorios populares.
¿Qué pedimos? Que de una vez por todas la realidad que se estudia, que se enmarca en barrios críticos, que
se interviene policialmente, que se estigmatiza como compleja, se atienda desde una perspectiva integral,
desde la base, con los y las pobladores, y que hayan recursos para hacer procesos y no solo recursos
circunstanciales que no logran los frutos que debieran de lograr por su corto y dispersas forma de invertirlos.