En “Tarzán, el Musical en Vivo”, que tuvo su primera temporada en julio pasado en El Portal La Reina, niños y grandes se quedaban impresionados con la figura de Tarzán, gracias a la excelente interpretación del argentino Alejandro Melidoni. Luego de la experiencia, el actor está de vuelta en Santiago para encarnar al Simio Blanco en la nueva temporada de la obra en el Mori Plaza Vespucio, todos los fines de semana de octubre y noviembre.
Entre las obras en que ha participado en Buenos Aires se cuentan “La Vuelta al Mundo en 80 Días”, “Jack el Destripador”, “Doña Flor y sus dos Maridos”, “Drácula” y “Smile”, además de dictar clases de canto y comedia musical. “Estoy feliz de estar en Chile, veo que se está haciendo un esfuerzo por crear un circuito para el musical y me gusta estar presente, y hacer un pequeño aporte”, dice el argentino.
La pieza cuenta la historia de Tarzán, el Simio Blanco o Rey de los Monos, que fue criado por los gorilas luego de que sus padres murieran en un accidente en la selva. Todo cambia para él cuando arriba una expedición donde se encuentra Jane. Entonces el Rey de los Monos conoce a otros seres humanos como él, se enamora y también vive la maldad a manos un par de villanos que se unen a la tribu local para capturarlo.
A través de canciones y bailes se cuentan estos sucesos, sin faltar la emoción, el sentimiento y un fuerte mensaje de respeto a la naturaleza.
Ficha Artística
“Tarzán, el musical”
Guión y dirección: Zelig Rosenmann
Elenco: Alejandro Melidoni, Anabella Simonetti, Patricia Cárdenas, Carlos
Larenas, Loreto Araya, Pablo Flores, María Consuelo García, Marcelo Saldías,
Daniela Olmos, Álvaro Meza
Musica y arreglos: Álvaro Scaramelli
Coreografías: Fernando Henríquez
Iluminación: Tito Romero
Escenógrafo y utilero: Yoshiro sato
Vestuarista: Sergio Fuentes
Director Musical: René Calderón
José Sánchez: Efectos especiales
Producción general: Convoy Producciones
Coordenadas
Teatro Mori Plaza Vespucio
Hasta el 30 de noviembre
Sábado y domingo 17:00 horas
$4.000 general y $2.500 estudiantes y tercera edad