Día de los Bosques: Protegerlos para no perderlos

María Isabel Manzur, investigadora en biodiversidad y recursos genéticos

El Día Internacional de los Bosques se celebra cada año para crear conciencia mundial de la importancia de proteger y preservar todas las áreas boscosas del planeta y con ello asegurar la supervivencia de los seres humanos y la biodiversidad. La fecha se eligió porque el 21 de marzo coincide con la entrada del otoño y la primavera en cada hemisferio. En el 2020, la consigna de las Naciones Unidas fue: “Demasiado Preciosos para Perderlos”.

Los bosques naturales proveen servicios ecosistémicos invaluables para las poblaciones humanas, como oxígeno, agua pura, alimentos, materiales para viviendas, medicinas, vestimentas, regulación del clima, nos dan sombra, mitigan las sequías, previenen la erosión y las inundaciones, y nos brindan hermosos paisajes de gran atractivo turístico, entre otros. Además son vitales para la lucha contra el cambio climático pues secuestran carbono de la atmósfera y lo fijan en sus maderas.

Chile posee bosques únicos en el mundo como el matorral mediterraneo, el bosque esclerófilo o el bosque templado valdiviano con especies animales y vegetales autóctonas que viven a su alero. El Matorral Mediterráneo ubicado en la zona central, con una alta riqueza de especies y endemismo, se encuentra entre los 25 lugares del mundo más valiosos de conservar, denominados hot spots. En los bosques del sur tenemos un alerce de más de 3.500 años en el Parque Nacional Alerce Costero, el más antiguo de Chile y Sudamérica, como asimismo araucarias de mas de 1.000 años, todo lo cual debiera enorgullecernos como país.

Estos valiosos ecosistemas que proveen para nuestra subsistencia, se destruyen día a día con incendios provocados, tala irracional para leña, habilitación de terrenos agrícolas, sustitución con plantaciones de especies exóticas. Como país nos disparamos a los pies, destruimos lo que nos ayuda a subsistir. Por esto es necesario desarrollar en nuestra sociedad una conciencia mayor sobre la necesidad de proteger estos valiosos ecosistemas, aprender a cuidarlos, valorarlos y protegerlos con responsabilidad para que las generaciones futuras puedan también disfrutarlos. Como ciudadanía podemos aportar en reciclar materiales como papel y cartón, evitar encender fogatas en o cerca de áreas boscosas, plantar árboles nativos, y también cuidar los arboles de las calles y plazas cuidando los municipios de podarlos de manera adecuada sin mutilarlos.

En el Congreso se discute actualmente un proyecto de ley que establece regulaciones nacionales para la protección y la conservación de la biodiversidad del país, pues Chile no tiene legislación de este tipo. El proyecto crea además un Sistema Nacional de Áreas Protegidas públicas y privadas, terrestres, marinas y acuáticas y crea una institución pública, el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que se hace cargo de estas materias de forma exclusiva.

Su aprobación sería un avance muy importante. El proyecto ya fue aprobado por el Senado y está en su segundo trámite en la Cámara de Diputados. Esperemos que su trámite se acelere y el país pueda pronto contar con una legislación y una institución que proteja los bosques y la biodiversidad.