Un fragmento de la transcripción de los audios de la comunicación radial de la Central de Comunicaciones de Carabineros (CENCO) de fecha 9 de julio, evidencia contradicciones en las declaraciones de Carabineros con relación a los hechos en los que fue asesinado el joven mapuche, Pablo Marchant, integrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
En el diálogo transcrito por el suboficial Máximo Castro, encargado de la Central de Comunicaciones CENCO Cautín y revelado por el medio La Otra Diaria, surgen dudas sobre aspectos como el uso de cámaras GoPro, la confusión en la identificación de la víctima -la que divulgaron como Ernesto Llaitul– y el supuesto armamento tendido al costado del cuerpo de Marchant.
A continuación la conversación textual:
17:56:32*: Personal COP Facción Santa Ana comunica que se encuentra siendo atacado por individuos desconocidos con disparos.
18:00:51: Coronel Sr Gutiérrez ordena que concurra al lugar el comandante Sr González.
18:01:29: Carahue 1 comunica que recibe llamado telefónico del Central monitoreo Mininco, que un trabajador de la empresa se encuentra lesionado.
18:05:53: Al momento es difusa la información, se desconoce si la persona fallecida es un comunero o un trabajador de la empresa.
18:09:45: Coronel Gutiérrez se traslada al lugar.
18:13:56: General Sr Bobadilla y General Sr González se desplazan al lugar.
18:42:59: Se le comunica vía telefónica al Sargento Mora que no manipulen evidencias, manifiesta que el área (está) asegurada.
18:45:18: Sargento 2do Ancamil con el Sargento 2do Mora en el sitio del suceso a cargo de la facción.
18:48:52: Coronel Sr Urrejola comunica que se confirma recuperación de un arma de fuego fusil en el sitio del suceso.
18:54:45: En el sitio del suceso hay un comunero masculino joven encapuchado fallecido con un fusil M-16 al costado.
20:28:27: General Bobadilla comunica que Carahue Uno llame a fiscal San Martín.
22:57:14: Fiscal Mauricio San Martín Lara.
23:24:33: Se deja constancia que en el lugar se encuentra Héctor Llaitul, el cual manifestó que se comunicó con el Ministerio del Interior para poder ingresar al sitio del suceso.
23:25:08: Lo cual fue consultado al Sr. Fiscal de turno el cual señala negativo, ya que el personal se encuentra trabajando en el sitio del suceso.
23:44:12: En la entrada se encuentran familiares del fallecido.
23:48:38: Fiscal autoriza la entrada de Héctor Llaitul más un familiar.
23:53:32: Personal manifiesta que ni uno de los cuatro funcionarios involucrados en el procedimiento mantenían cámaras de video.
00:38:39: A esta hora se le autoriza la entrada al sitio del suceso a los familiares del fallecido.
00:40:22: A esta hora ingresa el vehículo con Héctor Llaitul y un familiar.
03:07: 24: Fallecido identificado como Pablo Andrés Marchant Gutiérrez.
Ahora, al comparar este diálogo con lo declarado por el sargento segundo Edison Ancamil –a lo que La Otra Diaria también tuvo acceso-, quien también estuvo en la Forestal Mininco aquella tarde, quedan en evidencia las contradicciones sobre el uso de la cámara GoPro y el arma:
Esta información también fue confirmada por el cabo Javier Minte, quien declaró que solo el sargento Ancamil portaba una cámara GoPro tipo número 8, la que usó solo para grabar el final del procedimiento, cuando “los sujetos ya se habían ido”. Además, otra irregularidad es que, tanto en la declaración Ancamil como en la del cabo Huenchuvil se da a conocer sobre una comunicación paralela a la de CENCO con sus teléfonos celulares ya que no portaban radios.
Estas pruebas fueron adjuntadas en la querella criminal ante el Juzgado de Garantía y Letras de Carahue, presentada por el abogado Rodrigo Román, defensor de Myriam Gutiérrez -madre de Pablo Marchant-, en contra del cabo primero Hugo Huenchuvil, el sargento segundo Eduardo Mora, y el conductor de la empresa de seguridad JM Ñuble (prestadora de servicios de forestal Mininco) Guillermo Santander, por los delitos de ejecución extrajudicial y apremios ilegítimos con homicidio, para demostrar las contradicciones en las declaraciones de los involucrados.
“Sobre la no existencia de cámaras corporales es una mentira que la policía permanentemente viene gestando o desarrollando en el Wallmapu, lo que tendrá que investigarse si habían o no cámaras. Si no las hay, eso constituye una transgresión del deber funcionario lo que tiene que investigarse y sancionarse”, aseveró Román al tiempo que advirtió que “no hay registro de esas comunicaciones y conversaciones telefónicas, debiendo haberlas habido”.