La diputada Emilia Schneider respondió a la portada publicada por el diario La Segunda (perteneciente a la empresa El Mercurio S.A.P. de la familia Edwards), donde pusieron una foto suya con el título: Negarse a narcotest: Otro privilegio solo para políticos.
Lo anterior, en referencia a la negativa de la parlamentaria a realizarse nuevamente el test de detección de drogas, lo que le ha valido críticas de la Derecha.
La diputada Schneider respondió con una publicación en la red social X: «Sobre la portada de La Segunda: Acá nadie está por sobre la ley. Mi decisión pasa por un desacuerdo con la eficiencia del test de drogas como medida para combatir los vínculos del narcotráfico y la política, y tiene sanciones establecidas en su reglamento que voy a asumir como corresponde».
«Yo asumo las consecuencias de mis actos. Lo que no voy a aceptar, es el sensacionalismo con el que se abordan estos temas», agregó la legisladora.
Seguidamente, recordó que «la primera vez que se hizo el test de drogas, concurrí y tal como he señalado: salí negativa porque cumplo con el reglamento. No tengo nada que ocultar, ni soy dependiente del narco y para establecer eso no sirve de nada el test».
«Hay que perseguir el dinero con inteligencia, se ha propuesto levantar el secreto bancario y la derecha (amigos de La Segunda) se ha negado. Ningún cartel de narco ha caído por test de consumo, ninguno. En cambio, a grandes narcos los han pillado con seguimiento de transacciones y otros mecanismos», afirmó Schneider.
«Las familias que viven con el narco en sus barrios saben que esto no tiene nada que ver con la corrupción que existe, sobre todo a nivel local, y que el show de los diputados no tiene nada que ver con sacar este flagelo de las poblaciones. Nunca viví en una pero sé lo que es crecer en un entorno afectado por las drogas y adicciones (yo misma las viví), no me lo cuentan (de hecho, di una entrevista a LS sobre esto)», añadió Emilia Schneider.
Finalmente, cerró su respuesta reafirmando que «perseguir el consumo y hacer un espectáculo de ello es confundir el foco: las adicciones son un problema de salud pública, el narco es un problema de seguridad y debe enfrentarse con presencia policial, inteligencia y un Estado presente con educación, cultura, deportes y oportunidades. Regulemos para quitarle espacio al mercado ilegal. Basta de tanta banalidad».
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