Este jueves se hizo pública una acusación que pesa sobre el diputado PS Daniel Melo, quien es sindicado por una ex pareja como autor de hechos de violencia intrafamiliar en contra suya. La información se conoció una vez que junto con la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, María Isabel -como fue identificada la denunciante- llegó hasta la sede del Partido Socialista en Santiago para poner en conocimiento al Tribunal Supremo de dicha denuncia.
Además de buscar un pronunciamiento de la colectividad, la organización y María Isabel informaron al PS respecto de una orden de prohibición de acercamiento que pesa sobre el parlamentario por un episodio de agresión que habría ocurrido a fines de 2017, donde el diputado la habría golpeado, según detalló la abogada de la Red, Lorena Astudillo.
«No existe ninguna condena por violencia intrafamiliar»
Frente a esta denuncia, el parlamentario socialista ha emitido un comunicado en donde niega la acusación, calificando la imputación como «completa y absolutamente FALSA (sic)».
Melo señala que la Fiscalía Centro Norte ha archivado la causa «debido a la falta de antecedentes que sustenten dicha denuncia». En este sentido, agrega que sobre su persona «no existe ninguna condena por violencia intrafamiliar».
Respecto de las medidas cautelares mencionadas -que consisten en una orden de alejamiento de su ex pareja de 200 metros- el parlamentario sostiene que estas «fueron dictadas sin haberse tomado declaración a mi persona».
Junto con ello el congresista asegura que condena «cualquier acto de violencia en contra de las mujeres», causa de la que dice ser un «activo defensor», y acusa una mal utilización de instrumentos judiciales que velan por el cuidado de las mujeres, «a objeto de obtener beneficios personales».
Por último, Daniel Melo asegura que ha colaborado con todos los requerimientos que la Justicia le ha solicitado «con tal de comprobar mi inocencia». Junto con ello, anuncia que ejercerá acciones legales «con el fin de restituir la honra y el daño realizado a mi persona».
El Ciudadano