Si antes fue tratar de flaites a los comediantes del Festival de Viña del Mar y este jueves fue la polémica con la actriz Carolina Paulsen, Alberto Plaza no se cansó. Aquí está, de nuevo.
Cuando todos imaginábamos que tanta reacción en redes sociales a sus declaraciones polémicas lo iban a callar, pues no ocurrió. Ahora se lanzó contra el feminismo. Con todo.
En una carta al director publicada en El Mercurio este viernes, titulada Sobre la mujer, el autor de Amiga del dolor criticó al movimiento impulsado desde colectivos femeninos, ya que produciría una “confrontación con el hombre como estrategia de batalla”.
Luego continuó e intentó entrar en la definición de algunos conceptos. “Estamos llegando al punto en que ser machista es abominable –cosa que comparto–, pero ser feminista es bien visto. Es más, en el diccionario aparece machismo con una connotación negativa y feminismo con una positiva. Curioso, por decir lo menos”, escribió. El pensamiento que se viene a la mente es que Plaza se dedicó a ver a los humoristas en la Quinta Vergara solo este 2017; si hubiera revisado la rutina de Natalia Valdebenito en 2016 quizás se habría enterado de la verdadera búsqueda del feminismo.
Y aunque suene inverosímil, no se frenó después de esta declaración. A renglón seguido trató de hacer ver una supuesta inconsecuencia de las mujeres que adhieren a este movimiento. “Esas mismas feministas son las que aceptan que no les cobren para entrar a una discoteca. Claro, ahí sí somos diferentes; que paguen los hombres no más. O permiten que la ley les dé preferencia a la hora de quedarse con los hijos luego del divorcio”, dijo.
Para finalizar, el también autor de Ahora es Miguel lanzó sus críticas a la ley de cuotas, que obligaría al sector público a tener a lo menos un 40% de empleadas mujeres. «La distorsión se produce cuando ya no se lucha por igualdad de oportunidades, sino por prevalecer anulando al otro, y se empiezan a instalar cuotas obligatorias de participación en el Congreso o en los ministerios, lo que no es otra cosa que reconocer inferioridad de méritos propios”, terminó.