Dos gendarmes están siendo investigados por la muerte de Kevin Garrido, quien cumplía condena por el «Caso Bombas» desde el pasado 5 de septiembre, según una información publicada por el diario La Cuarta.
Los funcionarios son indagados por una supuesta riña con un par de internos en Santiago 1, la que habría terminado con la vida del joven de 21 años, quien murió al interior del penal debido a múltiples heridas con un arma blanca, en la zona del abdomen y el tórax.
Kevin había sido condenado a 17 años de presidio efectivo por los delitos de posesión, tenencia y colocación de artefactos explosivos. En noviembre de 2016, él escribió un manifiesto donde relató los violentos episodios que veía tras las rejas.“He visto presos apuñalados, quemados con agua hirviendo. He visto bajar tranquilamente la escalera por la mañana a un preso, mientras otro le lanza un cuchillo al cuello”, dice parte del texto.
«He visto, y sin poder hacer nada, cómo carceleros golpean hasta aburrirse a otro preso, reflejándome en él, por ya haber pasado por esas situaciones. No es agradable ver que presos se asesinen entre sí, sabiendo que todos están en la misma situación carcelaria, como tampoco es agradable tener que acudir a una cuchilla, porque en el módulo hay problemas y con 200 presos en un mismo patio», añade el texto escrito por el joven, que ha sido ampliamente viralizado en las redes sociales una vez conocida la noticia de su muerte.
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