El 57% de los jardines infantiles en Fase 2 o superior ha tenido actividades presenciales. La asistencia de niños y niñas ha sido, en promedio, un tercio (33%) de la capacidad máxima que podrían recibir de acuerdo con los aforos permitidos. Las comunidades educativas han realizado esfuerzos por conectarse con los niños y niñas: el 93,6% de los encuestados tuvo actividades remotas y la mayoría mantiene contacto con las familias con problemas de conectividad a través de llamados telefónicos (85%) o entrega de materiales (61%).
Estos son algunos de los resultados de la Encuesta Nacional de Monitoreo de Establecimientos de Educación Parvularia en Pandemia, en cuya segunda versión participaron 2.934 establecimientos educacionales, que reportaron sus actividades remotas y presenciales de la semana comprendida entre el lunes 19 y el viernes 23 de abril.
La encuesta, elaborada por el Ministerio de Educación, investigadores del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile y académicos de la Escuela de Gobierno y el Instituto de Sociología de la Universidad Católica, con el apoyo del Centro de Políticas Públicas UC, es el primer instrumento que monitorea cómo se lleva adelante el año escolar en establecimientos de educación inicial, básica y media de todo el país. Ello, con el objetivo de proporcionar a la comunidad educativa y responsables de la formulación de políticas información para la toma de decisiones. Sus resultados se dan a conocer cada 3 semanas.
«Dentro de los resultados del estudio, nos alegra constatar que el 63% de los jardines infantiles que se encuentra en cuarentena se declara preparado para retomar actividades presenciales y que tiene contemplado abrir cuando su comuna avance de fase. La apertura no es un proceso improvisado. Detrás hay una comunidad comprometida, que ha trabajado seriamente los protocolos para recibir a niñas y niños en un espacio seguro y así entregar confianza a las familias», destacó la subsecretaria de Educación Parvularia, María Jesús Honorato.
Vínculo con las familias
El segundo reporte a establecimientos de educación inicial (jardines JUNJI y VTF, Integra y particulares pagados) dio cuenta que, de los jardines que se encontraban en Fase 2 o superior, un 57% declaró haber tenido actividades presenciales, con una heterogeneidad según tipo de establecimiento. En el caso de los establecimientos de la Fundación Integra y los particulares pagados, tres de cada cuatro en Fase 2 o superior había abierto al momento de la encuesta, mientras que uno de cada tres establecimientos Vía Transferencia de Fondos (VTF), municipales o de servicios locales, lo había hecho. En el caso de los establecimientos JUNJI, el 45,3% en Fase 2 o superior abrió durante esa semana.
«Hemos aprendido que hay muchas formas de ofrecer actividades pedagógicas presenciales, algunos eligen priorizar y recibir grupos pequeños, como aquellos niños o niñas con rezago o con menos oportunidades en sus hogares, entre otros. Podemos aprender mucho de los equipos que están constantemente buscando cómo aumentar las oportunidades de desarrollo para sus párvulos y estudiantes», indica Susana Claro, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica.
Entre los establecimientos que abrieron, la asistencia diaria reportada para el período fue aproximadamente un tercio (33%) del aforo máximo permitido, también con heterogeneidad: entre los particulares pagados la asistencia llegó al 75% en relación con su capacidad máxima; en tanto, en los jardines infantiles de Fundación Integra, JUNJI y VTF municipales, fue de entre 27% y 30% de asistencia en relación con el aforo.
“En este segundo reporte, vemos una baja asistencia de niños y niñas a jardines infantiles, si consideramos los aforos máximos permitidos, menor incluso que la de la educación escolar. Lo que nos da cuenta de que la educación híbrida se mantendrá, incluso, en establecimiento con reapertura, y es un tremendo desafío. Porque tampoco sabemos aún cómo estamos impactando en niños y niñas”, dice Juan Pablo Valenzuela, investigador CIAE y académico IE U. de Chile.
En ese sentido, la encuesta da cuenta que los establecimientos están haciendo esfuerzos por mantener el vínculo con las familias. La mayoría tuvo actividades remotas durante la semana (93,6%), incluso en el caso de los centros educativos con actividades presenciales (86,8%).
La encuesta dio cuenta de que el72,1% de los niños y niñas cuenta con conectividad suficiente para participar en actividades remotas. Sin embargo, en este punto también existe una importante diferencia entre las familias: el 93,5% de familias de jardines particulares tiene conectividad suficiente; en comparación con el 65% de los niños y niñas de jardines JUNJI o de Servicios Locales de Educación Pública; y con el 72%, en el caso de niños y niñas de jardines infantiles Integra o municipales.
En el mismo sentido, la mayoría de las comunidades educativas mantiene contacto con las niñas y niños sin conexión o con dificultades de conexión, a través de llamados telefónicos (85%) o entrega de materiales (61%). Asimismo, cerca del 20% de los niños y niñas en niveles de sala cuna o transición que se encuentran sin actividades pedagógicas presenciales, no participan de ningún tipo de actividad educativa.