Sólo hombres. Siempre en un número en torno a los 500. Alejados de grandes espacios urbanos, separados de sus familias y amigos. Todos provenían de distintos centros de tortura y detención del país. Era su último paradero antes de volver a sus hogares, al exilio o desaparecer…
Por tres años, entre 1974 y 1976, se cree que miles de detenidos pasaron por el campo de prisioneros de Melinka, en Puchuncaví en la Región de Valparaíso. ¿Qué hacían durante su encierro? ¿Cómo se relacionaban? ¿En qué soñaban?
Esa la historia que busca contar “Versiones resilientes: Prácticas culturales en el campo de prisioneros Melinka-Puchuncaví, 1970-2017”, iniciativa desarrollada por la Corporación Memoria y Cultura de Puchuncaví, gracias al financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La muestra tiene como objetivo “promover la visibilización a través de la puesta en valor de la Memoria y los Derechos Humanos como pilar fundamental del compromiso con la verdad y la construcción de una ciudadanía democrática plena”, explican Silvana Griffero Rocha y Hugo Valenzuela Pizarro, impulsores del proyecto.
La muestra es financiada por el Fondart Nacional, convocatoria 2018, en la línea de Memoria y Derechos Humanos.
“La relevancia de esta muestra es que nos permite mirar hacia el pasado, estamos honrados de recibir el trabajo de la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví, porque trabajos como este son las herramientas que nos van a permitir construir un país con memoria en torno a los derechos humanos, más democrático, especialmente porque este recinto también es un sitio de memoria“, dijo Nélida Pozo, la directora del Parque Cultura Valparaíso al abrir la muestra.
“Este tipo de rescate de memoria es sumamente importante como una herramienta mediadora con las nuevas generaciones, siendo este uno de tantos desafíos permanentes que tenemos como organizaciones sociales y que nos ayuda a reflexionar sobre nuestro rol”, precisó el ex prisionero de Melinka, Rodrigo del Villar Cañas, quien es presidente de la Corporación.
Al dar sus palabras iniciales, Del Villar destacó que, junto a la exposición, se ha dispuesto la generación de una guía-catálogo y tres representaciones, una de cada momento de Melinka, como balneario popular del gobierno de Salvador Allende, como centro de detención y como espacio de memoria.
FRAGMENTOS DE MEMORIA
“Versiones resilientes” pone su énfasis en la capacidad de las personas por sobrellevar la realidad de opresión en el campo de detención de Melinka, a través de la creatividad y creación cultural, entramado que posibilita generar puentes de mediación con las nuevas generaciones y sociedad en su conjunto a través de reproducciones fotográfica.
El proyecto quiere relevar el tópico de la Memoria y los Derechos Humanos, más allá del importante aporte individual, sino más bien desde el proceso de resiliencia y práctica cultural que permitió a miles de prisioneros sobrevivir a la prisión política, entregándonos fragmentos de memoria que invitan a construir ciudadanías plenas con conciencia histórica.
“Realizamos un encuentro con ex-prisioneros y el equipo ejecutor, con el objeto de conversar y recordar cómo era el día a día de un prisionero político”, explica Rodrigo del Villar.
La muestra, compuesta por 45 piezas gráficas, entre fotos, grabados y pinturas, comenzará en noviembre una itinerancia por centros culturales, centros educativos (universidades estatales con presencia regional), y sitios de memoria de la Región de Valparaíso, Concepción y Santiago.
En paralelo, la muestra se exhibirá en el extranjero, donde pasaron su exilio, o residen, algunos de los ex-prisioneros del campamento.
En momentos en que se discute la inclusión del tema de Derechos Humanos como asignatura escolar, para los autores de la muestra se abre la posibilidad de mostrar un fragmento de nuestra memoria que, a través de la reproducción fotográfica, “ayuda a mostrar distintas prácticas culturales que se dieron en Melinka durante su tiempo como centro de detención de prisioneros políticos, en donde también se dan elementos que le devuelven parte de su identidad inicial y que debe ser compartida con el resto de la sociedad. Especialmente tomando en cuenta la historia colectiva de Puchuncaví como la zona de sacrificio que hoy todos reconocemos”, concluye Silvana Griffero.
FECHAS DE LA EXPOSICIÓN
2018:
· 17 de diciembre al 8 de enero 2019, Centro Cultural Cerro Parque (Ex Cárcel) Valparaíso. Calle Cárcel 471, Cerro Cárcel.
Enero 2019:
· 10 al 23 de enero, Municipalidad de Valparaíso. Condell 1490.
· 25 al 31 de enero, centro cultural de Puchuncaví (Av. O’Higgins 70)
El Ciudadano