El caso del Obispo Durán y su hijo, el diputado Eduardo Durán

En septiembre de 2017, el diario La Tercera publicó un reportaje sobre “el abultado patrimonio del Obispo Durán”. En noviembre de ese mismo año, comenzó una investigación para determinar eventuales delitos de lavado de dinero o infracciones tributarias, dando como resultado que el Obispo tiene un ingreso de 30 a 50 millones de pesos por concepto de diezmos, que recibe de 56 templos evangélicos repartidos en todo Chile, y cuyos fieles le entregan el 10% de sus entradas de dinero. Esto no incluye donaciones de personas naturales.

Durante la investigación, el Obispo declaró que le pagaba a su hijo, el diputado Eduardo Durán (RN), cuatro millones de pesos mensuales por ocupar el cargo en la Junta de Diáconos. Tomando en cuenta esto, la diputada del Frente Amplio, Gael Yeomans, interpuso un requerimiento en la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara de Diputados, para que se estudiara el caso y se vieran eventuales sanciones.

Finalmente, esta semana, llegó la respuesta: Durán será multado con el 2,5% de su dieta parlamentaria, además de una amonestación. En esa línea, la diputada Yeomans explicó en su cuenta de Facebook los alcances de este proceso.

«Ayer (miércoles 21), recibimos la respuesta al requerimiento, el cual se basaba en la norma que señala que las y los parlamentarios estamos imposibilitad@s de recibir aportes de entidades privadas, o de carácter irregular, y al existir antecedentes de que el diputado Durán, en su calidad de parlamentario habría recibido aportes de personas naturales, que no estuviesen declaradas, recibió una sanción; una multa de 2,5% de la dieta parlamentaria, y una amonestación. Creemos que esta puede ser una señal positiva en la materia».