El inesperado efecto que tuvieron las amenazas del empresariado estadounidense contra la reforma de pensiones

La amenazante carta enviada por las compañías controladoras de AFP generó preocupación en el Gobierno en las horas previas a la votación de la reforma de pensiones. Sin embargo, con el correr de las horas, quedó en evidencia que, lejos que atemorizar a los parlamentarios, la misiva contribuyó a alinear a quienes habían mostrado más reparos con el proyecto. "El país se enteró que grupos norteamericanos, dueños de las AFP, no permiten que se haga nada. Y eso me motiva a votar favorablemente", declaró, por ejemplo, el diputado Carlos Bianchi.

El inesperado efecto que tuvieron las amenazas del empresariado estadounidense contra la reforma de pensiones

Autor: Axel

Durante la noche del martes, ad portas de que la reforma de pensiones enfrentara su último trámite legislativo en la Cámara de Diputados, una dura carta firmada por compañías aseguradoras de Estados Unidos desató una profunda preocupación en el mundo político y amenazó con hacer naufragar el proyecto de ley a último minuto.

La misiva estaba firmada por el American Council of Life Insurers (ACLI), asociación que agrupa a las empresas controladoras de tres AFP con presencia en el mercado chileno:  Metlife (ProVida), Principal Financial Group (Cuprum) y Prudential Financial (Habitat).

En concreto, las compañías denunciaban que la reforma aprobada en el Senado constituía una «expropiación» de sus inversiones en el país y que, de aprobarse en la Cámara de Diputados, Chile estaría violando el derecho internacional y los tratados comerciales vigentes con Estados Unidos.

Además, la ACLI advertía que «a medida que la Administración del Presidente Trump comienza su amplia revisión de los acuerdos comerciales, es importante que estas acciones y sus implicaciones sean plenamente comprendidas por los líderes estadounidenses».

Las amenazas del empresariado norteamericano desataron la indignación de los parlamentarios oficialistas, quienes denunciaron una «injerencia» de Estados Unidos en el debate democrático de nuestro país. El diputado Luis Cuello (PC), por ejemplo, aseguró que la carta «es un desafío y un agravio a nuestra soberanía e independencia» y emplazó al Partido Republicano a aclarar si su rechazo a la reforma estaba vinculado a los intereses de las compañías controladoras de AFP.

En tanto, el diputado Gonzalo Winter (Frente Amplio), señaló que la ACLI «le ha dicho a Chile que no podemos hacer ciertas normas porque afectan a sus intereses. Yo les quiero responder con toda claridad: ¿Qué se han imaginado? Esto no es cualquier cosa. Esto es la República de Chile, y en la República de Chile solo manda el pueblo de Chile, representado en el Congreso Nacional».

Ministros salen a contener la crisis

La sorpresiva carta de las compañías estadounidenses amenazaba con desordenar el escenario favorable que había logrado instalar el Gobierno en la Cámara de Diputados, por lo que los ministros salieron rápidamente a responder a los reparos planteados en la misiva.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó que «las administradoras no son propietarias de los afiliados» y que «las advertencias de los aseguradores en relación a los intereses de los afiliados o a las necesidades de la economía, carecen totalmente de fundamentos».

En la misma línea comentó la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, quien señaló que «los afiliados no son propiedad de nadie, son personas (…) La propuesta que ha hecho el gobierno es consistente con lo que considera correcto, no solamente de fondo, sino que también dentro del marco legal».

A pesar de los temores que existían en el mundo político luego de conocerse la carta, con el correr de las horas se hizo evidente que ésta había tenido un efecto inesperado, en tanto que contribuyó a alinear a parlamentarios oficialistas que se habían mantenido al margen del acuerdo.

La diputada Camila Musante (PPD), por ejemplo, había sido una de las figuras más críticas con la reforma, llegando a acusar al Gobierno de «arrodillarse» frente a las AFP. Sin embargo, durante la mañana del miércoles confirmó su voto a favor del proyecto:

«La carta de las aseguradoras de Estados Unidos pone en tela de juicio los mecanismos que se abren como el de licitación, porque temen a la mayor competencia. Y eso es una buena noticia en torno al avance que puede constituir esta reforma para nuestro país», declaró.

En tanto, el diputado Carlos Bianchi, quien se había mostrado escéptico sobre la reforma, también terminó alineándose a último minuto: «El país se enteró que grupos norteamericanos, dueños de las AFP, no permiten que se haga nada. Y mire usted la coincidencia, republicanos y libertarios no quieren hacer nada. Y eso me motiva a votar favorablemente», declaró.

Finalmente, la Cámara de Diputados terminó aprobando el proyecto por un margen mucho más amplio de lo que se creía en un primer momento: 110 votos a favor y 38 en contra. De esta forma, tras más de una década de discusión, el Congreso Nacional despachó a ley la reforma que crea un sistema mixto de pensiones.


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