Por Simona Paranhos S.
“La EIS busca informar a los niños, niñas y jóvenes sobre cómo apropiarse de su cuerpo, sus cambios y desarrollo, para que puedan entender y gozar de su sexualidad física y emocional, a nivel individual y en sus relaciones, entendiendo esta, no sólo como la expresión genital o asociada a la conducta sexual”, asegura Aprofa, organización con casi 60 años de trayectoria en la defensa de los Derechos sexuales y Reproductivos.
Seguramente has escuchado hablar sobre la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) o Educación Sexual Integral (ESI), pero ¿sabes realmente en qué consiste y cuáles son los y las protagonistas en la formación de niñas, niños y adolescentes?
Aprofa indica que “la EIS es un proceso de enseñanza-aprendizaje que entrega información basada en evidencia científica y que avanza de manera gradual en los contenidos de acuerdo a la edad y etapas del desarrollo, resguardando siempre que sea culturalmente relevante y pertinente al contexto de cada persona”.
“Es por esto, que no corresponde pensar que la EIS sexualiza a niños y niñas, considerando que las habilidades, contenidos y actitudes que desarrolla se adecuan a las etapas del ciclo vital y permiten desarrollar una perspectiva integral de la sexualidad, desarrollando tópicos como el reconocimiento del cuerpo, consentimiento, formas saludables de relacionarse con base en el respeto, la diversidad, el diálogo, entre otros”, agregan.
Tal como lo señala Aprofa, se debe “enseñar a través de la participación individual y colectiva, relevando las experiencias personales y fomentando la apertura a las distintas vivencias de la sexualidad, comprendida de manera amplia y diversa, y en ese sentido la escuela es el lugar más apropiado, ya que en ella confluyen diversas actorías como estudiantes, docentes, cuidadores, cuidadoras y familias”.
“La familia es primordial a la hora del desarrollo de la educación sexual, ya que en conjunto a profesionales de la educación, los padres y madres pueden crear círculos de confianza para que las niñas, niños y adolescentes, tengan la opción de seguir conversando sobre educación sexual en la casa”, argumentan desde Aprofa.
Por último, argumentan que “es vital crear espacios colaborativos de enseñanza-aprendizaje, donde todas las personas se puedan nutrir en el abordaje de temáticas que en solitario es difícil abordar, teniendo como elemento adicional una perspectiva pedagógica y sistemática”.
Por Simona Paranhos S.