Este miércoles 31 de marzo, la Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional que posterga las megaelecciones de abril para el 15 y 16 de mayo. No obstante, lo aprobado dejó grandes dudas puesto que no se corrigieron deficiencias observadas durante la campaña que desnivelaron la cancha en favor de los partidos políticos, que tienen mucho más tiempo en la franja de TV que las candidaturas independientes.
Ahora, será el Senado el que deberá abordar estas materias, las que son abordadas en la minuta «La democracia no se suspende», que lleva las firmas de las cientistas políticas Javiera Arce Riffo y Julieta Suárez-Cao, ambas adscritas a la Red de Politólogas.
El documento alude a las condiciones mínimas necesarias para que una postergación de los comicios no vaya en perjuicio de independientes -especialmente mujeres- y en favor de aquellos que más tienen y que se presentan en listas de partidos políticos.
El documento -que hasta ahora permanecía inédito para los medios- tiene relevancia si se considera que estas investigadoras son las ideólogas y promotoras de la “convención paritaria”, que permitirá que la futura Constitución de Chile sea redactada por similar número de hombres que de mujeres, algo sin precedentes a nivel mundial. Por lo mismo, su opinión pesa en el Congreso y no sólo en sectores de centroizquierda.
En su minuta -que fue concluida el domingo recién pasado cuando ya era inminente la postergación de las elecciones- Arce y Suárez-Cao señalan que “si finalmente se deciden postergar las elecciones” es necesario que se implemente gratuidad en el transporte público y “se den facilidades para transportar personas de las zonas extremas o que tiendan a estar aisladas por condiciones climáticas”.
Recordemos que este miércoles 31 la derecha -con la abstención de Pepe Auth y Pablo Lorenzini- rechazó en la Cámara de Diputados que haya transporte público gratuito.
Añadieron las expertas: “Es necesario que se faciliten las condiciones para incrementar la participación electoral, en particular de las zonas rurales y las más aisladas, que precisamente participaron bastante menos que años anteriores, incluso durante el plebiscito del 25 de octubre de 2020”.
Las investigadoras recordaron que las campañas electorales “poseen fuertes brechas de financiamiento favorables a los hombres y a los partidos políticos más fuertes, por lo que aplazar las elecciones (…) podría perjudicar a las candidaturas independientes y sobre todo a las mujeres, desnivelando fuertemente la cancha a favor de los mismos de siempre”.
Por lo mismo, propusieron introducir medidas especiales para las candidaturas, en particular de grupos independientes y mujeres, “otorgando algún tipo de ayuda institucional, tales como más minutos en la franja electoral televisiva, así como también financiamiento especial para que puedan mantener sus campañas”.
También señalaron que es necesario “buscar opciones de pago anticipado a proveedores de servicios a las campañas electorales, cuyo aplazamiento provocará un problema de sostenibilidad de sus propios servicios tales como medios de comunicación independientes, radios comunitarias y regionales, así como imprentas, cuyos candidatos han asumido compromisos económicos contra devolución de gasto electoral”.
El Ciudadano
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