Elena Caffarena: La feminista inagotable

Nacida un 23 de marzo de 1903 en la ciudad de Iquique, Elena Caffarena creció en una época donde las mujeres tenían muchos menos derechos políticos, económicos y sociales que los hombres. Sin embargo, junto a otras grandes mujeres, luchó de manera incansable por los derechos sexuales y reproductivos, las condiciones de vida de las obreras y sus hijos, y por conseguir el voto femenino en Chile.

A comienzos de los años ’20, y luego de la promulgación del decreto Amunategüi, entró a la Universidad de Chile a estudiar Derecho y convertirse así en una de las primeras juristas mujeres del país. Egresó con distinción máxima con su tesis “El trabajo a domicilio, enriquecimiento sin causa a expensas de otro, en el Código Civil Chileno”; material que hoy esta disponible para todo público en la plataforma Tantaku.uchile.cl. «Mis estudios de Derecho me convencieron de la inferioridad legal de la mujer. La necesidad de poner fin a esta discriminación me convirtió en feminista”, señaló la abogada.

En su época universitaria, fue una de las primeras mujeres en formar parte de la FECH, junto a María Marchant y Aurora Blondet. En 1931, junto a Amanda Labarca formaron la “Asociación de Mujeres Universitarias”. Además, Elena Caffarena fue una de las impulsoras y fundadoras del Movimiento pro Emancipación de la Mujer Chilena (Memch) y de la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (Fechif).

Estos colectivos se declararon abiertamente feministas y lucharon por conseguir más derechos para las mujeres de la época, organizando reuniones masivas y actos públicos. Para el año 1938, el presidente Pedro Aguirre Cerda le encargó a Elena Caffarena y a Flor Heredia, redactar el proyecto de ley para el voto femenino. Finalmente, este no se llevó a cabo por la muerte del mandatario y hubo que esperar hasta 1949.

La lucha en dictadura y su legado

A pesar de que Elena Caffarena nunca se adhirió a ningún partido, fue víctima de persecuciones debido a la promulgación de la Ley Maldita de Gabriel González Videla, que prohibió el comunismo. Ella estaba casada con el militante Jorge Jiles, con el que tuvo tres hijos. Debido a esto, no fue invitada cuando se promulgó el voto femenino.

Luego, durante la dictadura de Pinochet, Elena Caffarena siguió coordinando y participando de acciones feministas durante el régimen, que muchas veces eran organizadas en su propio domicilio. Por esos años fue una de las fundadoras del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU) y de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, con los que ayudó a proteger a víctimas de la dictadura.

Para la académica del Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina (CEGECAL) y del Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Carolina González, el legado de Elena Caffarena “podría ser comprendido como una forma de entender el feminismo de manera multidimensional, y por cierto, siempre en colectivo. Hoy representa persistencia, creatividad y compromiso en la lucha feminista con la democracia y la justicia social, así como la intensidad de una vida feminista”.

En la misma línea, la historiadora y coordinadora del Área de Investigación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello, Ariadna Biotti, indicó que Elena Caffarena “representa la necesidad de recordar que las luchas feministas no son solamente actuales, sino que tienen una larga historia. En América Latina recordarla es un llamado a la conciencia para reflexionar del feminismo regional con sus particularidades históricas y culturales propias. Es una forma de concientizar y darse cuenta que los problemas tienen historicidad, que no son nuevos».

Elena Caffarena murió el 19 de julio del 2003, dejando atrás 100 años de lucha feminista. Un siglo de legado y una influencia que hoy siguen encontrando los movimientos de mujeres que salen a las calles. La “feminista inagotable” es una de las mujeres más importantes de la historia de Chile.