Pasadas las siete de la mañana, arribaron a Santiago los enviados especiales del Papa Francisco con motivo de la crisis que en enfrenta la Iglesia Católica por los casos de abuso sexual: Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y Jordi Bertomeu, sacerdote español, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Los religiosos vienen en misión especial para abordar las investigaciones eclesiales en Santiago y Osorno. “Hemos venido a pedir perdón en su nombre (del Papa)”, señaló brevemente Bertomeu, minutos después de llegar a Chile.
Esta es la segunda visita de los enviados papales. En la primera, se reunieron con víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes chilenos. A partir de esos antecedentes, redactaron un informe que hicieron llegar al Pontífice, quien citó a todos los obispos nacionales a Roma.
En El Vaticano, los obispos de Chile presentaron su renuncia al Papa, siendo ratificada ayer la salida de Gonzalo Duarte (Valparaíso), Cristián Caro (Puerto Montt) y Juan Barros (Osorno), éste último acusado de encubrir a Fernando Karadima. Sus respectivos reemplazantes, quienes asumirán como administradores apostólicos, serán Pedro Ossandón, Ricardo Morales y Jorge Concha Cayuqueo.
¿Saldrán otros obispos de la jerarquía eclesial? “Eso tenemos que dejarlo en sus manos (de Francisco), pero tenemos que estar muy expectantes de que las cosas irán muy bien”, afirmó Bertomeu, según consigna La Tercera.
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