Por Rafael Tuki Tepano, Consejero Rapa Nui electo por voto popular ante Conadi
Como Consejero Rapa Nui electo por voto popular para representar a mi pueblo ante Conadi, quiero señalar que el proyecto de ley de escaños reservados permite la falsificación del voto indígena.
La denominada auto identificación, permite que quien quiera votar por los candidatos a escaños indígenas, pueden hacerlo sólo auto reconociéndose indígenas a boca de urna, sin tener que mostrar certificado alguno, ni de Conadi, ni de organizaciones indígenas, ni nada. Sólo su palabra basta para votar por un escaño indígena.
Este es campo fértil para que empresas extractivas y que dañan el medio ambiente, como las empresas mineras, hidroeléctricas, forestales, termoeléctricas, o salmoneras, puedan ordenar a sus trabajadores a votar por un candidato indígena favorable a sus intereses, alguien que no les provoque problemas, que no luche por la restitución de las tierras, aguas y recursos de los pueblos originarios.
Puede que ni siquiera le ordenen a sus trabajadores a votar. Les bastaría con pagar. Tienen los recursos, la ausencia de ética, el ánimo de lucro desmedido. Lo vimos en la Ley de Pesca, fueron capaces de lo peor. Por qué no lo harían en el proceso de nueva constitución.
Esto puede darse en todo el país, pero particularmente en los pueblos originarios con menos integrantes. El caso más patente es el de los pueblos magallánicos. De acuerdo al Censo de 2017, los kawesqar son 3400 personas aproximadamente, mientras que los yagan cerca de 1500. Quienes votan para las elecciones del Consejo de la Conadi, son muchos menos. El universo electoral indígena en Magallanes es estrechísimo. Con el voto fraudulento de un par de sindicatos salmoneros se podría elegir fácilmente un par de constituyentes indígenas favorables a la salmonicultura.
Ello se suma a la desigualdad de escaños entre pueblos. Se debaten entre 15 y 24 escaños, y para los pueblos minoritarios se propone un representante, dos para los aymara y entre 4 y 14 para el pueblo mapuche. Incluso en parte del debate de la reforma, se discutió entregarle un escaño compartido a los colla y chango, así como a los kawesqar y yagan (propuesta de la derecha y también del PPD en enero de este año).
Quiero señalar que los Consejeros Indígenas electos por voto popular para representar a los pueblos ante Conadi, que detentamos cargos públicos de autoridad, hemos acordado varias veces que el mecanismo de escaños sea revisado e informado en sesión del Consejo. Pero el gobierno, que tiene mayoría de funcionarios en el Consejo, ha hecho caso omiso de estos acuerdos y el director de Conadi no lo ha puesto en tabla.
Tanto el Ministerio como la Conadi, han sido invitados al Congreso a entregar su visión, pero no ha ocurrido lo mismo con los consejeros indígenas, que hemos sido obviados y excluidos de toda discusión. Ni siquiera habido consulta indígena de este proyecto, ni con el pueblo Rapa Nui, ni con ningún otro.
En este panorama debemos advertir que el proyecto está hecho a la medida de las transnacionales, a sus intereses, al punto que en vez de representantes indígenas vía escaños reservados, puede fácilmente haber representantes empresariales vía escaños reservados.
El pueblo Rapa Nui quiere dialogar con el Estado de Chile, en base al derecho internacional y al Acuerdo de Voluntades de 1888 suscrito por ambos como entes soberanos. En vez de ello, se tramita un proyecto que minoriza al pueblo Rapa Nui y nos arroja a todos los pueblos a un sistema que es vulnerable a presiones de empresas transaccionales.
La cura parece peor que la enfermedad.