El 50% de los trabajadores y trabajadoras del país gana un sueldo menor a los $420.000, un monto que está bajo la línea de la pobreza. Así lo confirma un estudio publicado por la Fundación Sol basado en los datos de la Encuesta Suplementaria de Ingresos elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas.
El informe titulado “Los verdaderos sueldos de Chile. Panorama actual del valor de la fuerza de trabajo usando la Encuesta Suplementaria de Ingresos ESI (2020)”, plantea que “el 54,7 % del total de ocupados del país no podría sacar a una familia promedio de la pobreza”.
De hecho, señala que para noviembre de 2020, la línea de la pobreza por ingresos en Chile para un hogar promedio de 4 personas se calculó en $459.534,
Según el estudio, el 79,6% de las y los trabajadores del país gana menos de $850.000 y solo el 16,1% percibe un sueldo superior al millón de pesos.
La investigación también indica que de 32 grandes ciudades, en 16 la mediana no supera los $400 mil y solo Puerto Aysén, Antofagasta y Punta Arenas supera los $500 mil.
Además, constata que en 34 de las 52 provincias con información disponible, la mediana no supera los $400 mil líquidos y solo en 16 provincias, un 30 % de los trabajadores y trabajadoras gana más de $500 mil.
En Coquimbo, Valparaíso, Libertador, Maule, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Arica y Parinacota y Ñuble se observa un atraso salarial más pronunciado, ya que el 70% de los ocupados percibe menos de $600 mil.
Desde un punto de vista de la jornada laboral, el estudio señala que el 49,6% de los trabajadores que tienen jornada de 40 horas o más a la semana, gana $500.000 líquidos o menos y solo el 25,2% gana más de $850.000.
También dejó en manifiesto el bajo valor de la fuerza de trabajo y la precariedad del empleo femenino en Chile debido a la pandemia del coronavirus.
Sobre los resultados del estudio, el economista Marco Kremerman hizo un llamado de atención a la clase política, debido a la preocupación generada por la precarización laboral y los bajos ingresos, ya que “cuando obligatoriamente tienen que trabajar dos o más miembros de un hogar para superar algo tan básico como la pobreza, y hay que recurrir al endeudamiento para costear alimentación, servicios básicos, vestuario, para pagar educación, salud, es que estamos pagando en un callejón sin salida y esto no puede seguir descansando en el endeudamiento de los hogares”, condenó en conversación con el programa Política en Vivo de Radio Universidad de Chile.
Asimismo, para el economista de la Fundación Sol, las cifras de reactivación económicas reflejan el crecimiento del empleo informal y la baja valoración de la fuerza laboral, ya que actualmente “los empleos formales no son sinónimo de empleos de calidad, porque un empleo formal que paga cotizaciones, que tiene contrato es muy mal pagado y cada vez los contratos indefinidos duran menos.
«Hay más incerteza en el mundo del trabajo. Entonces tenemos una gran capa de precariedad laboral que está superando el 80% de los empleos que existen actualmente en Chile”, apuntó Kremerman.
“Si a eso le agregamos las tendencias de automatización, la baja sindicalización y negociación colectiva el escenario es bien complejo, hay que hacer cambios profundos y no se ha hecho nada en las últimas décadas”, subrayó.
A juicio del economista, es necesario e»levar el salario mínimo a la línea de la pobreza, dotar de mayor poder de negociación a los trabajadores y Chile debe invertir en innovación y desarrollo”.