Investigadores entregaron su visión sobre distintos aspectos que condicionan la posibilidad de implementar un sistema de voto electrónico en el contexto de la actual pandemia que afecta a nuestro país.
¿Se puede realizar votación electrónica en Chile?, ¿cuándo?, ¿bajo qué mecanismos y cuáles son los riesgos? Estas fueron algunas de las preguntas que se discutieron en el conversatorio “Votación electrónica: ¿es factible aplicarla en Chile?”, desarrollado por el Departamento de Ciencias de la Computación (DCC) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM).
“Hay que tener claro que no es fácil diseñar un sistema seguro de votación electrónica y el tipo de votación es muy importante. Es distinta una votación de curso, a una de presidente, porque los intereses son distintos”, señaló Alejandro Hevia, académico del DCC y director del Laboratorio de Criptografía Aplicada y Ciberseguridad, de la Universidad de Chile (CLCERT). Y agregó que “el propósito de un sistema de votación no es nombrar al ganador, sino convencer al perdedor y para esto no puede haber ninguna duda para los perdedores”.
Por su parte, Lorena Donoso, académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y consejera del Instituto Chileno de Derecho y Tecnologías, destacó que la votación es una de las bases del sistema democrático, debido a que cuando existe una manipulación de las elecciones no existe paz social y por ende se ve amenazada la democracia del país.
“Creo que es difícil emular a través de un proceso tecnológico los estándares, niveles de seguridad y confianza que requiere el sistema democrático. El desafío es súper grande, jurídicamente el sistema debiera garantizar estos pilares, ya sea la autonomía de la voluntad de la persona, desde el punto de vista del proceso, que se pueda garantizar que no haya manipulación y desde el punto de vista de la legitimidad, la auditabilidad. Esto es esencial para poder comenzar a conversar sobre una posible votación electrónica”, dijo.
En tanto, Therry De Saint Pierre, presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), explicó que nuestro país hoy tiene una democracia más participativa, dado que la ciudadanía tiene más demandas en el último tiempo. “Creo que podemos pensar en un modelo mixto de votación, combinando el voto tradicional, con el voto electrónico para otros. Estamos avanzando hacia una democracia digital con mayor participación ciudadana”. “El voto electrónico le hará bien a la democracia y al país, posicionando a Chile como una gran democracia digital”, subrayó.
Juanita Gana, académica del Departamento de Ingeniería Industrial de la FCFM y consejera del Servicio Electoral de Chile, destacó que hoy debemos estar concentrados en el plebiscito del 25 de octubre. “Para que un sistema de elecciones sea exitoso debe cumplir con una serie de condiciones que difícilmente hoy el voto electrónico puede cumplir. Uno de los problemas del voto electrónico es que lleva la elección al mundo de los expertos informáticos. Hoy cada ciudadano entiende el sistema mediante el cual elige a sus autoridades y representantes. Es simple y transparente: papel y lápiz. Todos sabemos sumar. En cambio el sistema electrónico solo lo entiende una elite».
Alejandro Barros, académico del Departamento de Ingeniería Industrial e investigador asociado del Centro de Sistemas Públicos, propuso una reflexión desde la gestión y política pública, enfatizando que se está analizando el tema “voto electrónico” cuando se está viviendo un contexto de pandemia. “¿La votación electrónica incorpora o no valor público? Yo creo que no incorpora valor público, porque plantea una serie de desafíos. Primero tener claro que debe haber una distinción en los múltiples mecanismos, además es importante que el valor publico incorpore varias dimensiones, por ejemplo, los servicios deben estar bajo la legitimidad, la calidad, la satisfacción y la confianza, lo cual el voto electrónico hoy no lo tiene”, sostuvo.
Juanita Gana señaló que “el Servicio electoral está tomando todas las medidas necesarias de resguardo para dar garantías de seguridad sanitaria a los electores. El voto electrónico para estas elecciones es impracticable y me gustaría destacar que no somos el único país que realiza elecciones en esta situación de pandemia”, dijo.
Therry de Saint Pierre señaló que sin duda la situación que se vive en el país puede tener consecuencias en la participación. “Hoy estamos en con una baja participación en los procesos, en particular luego de que el voto dejara de ser obligatorio. Estoy de acuerdo que la votación electrónica no se puede hacer para este plebiscito, porque es un sistema que necesita maduración, pero hay que dar los pasos para estar acoplados con los jóvenes y la forma en que se expresan”, dijo
Mientras tanto, Alejandro Barros, afirmó que es difícil realizar votaciones electrónicas para este plebiscito. “Si queremos realizar este tipo de votaciones se debe realizar un proyecto que toma su tiempo, el cual debe ser evaluado y donde se deben identificar las distintas tecnologías. A su vez es importante resolver problemas previos, como por ejemplo acreditar identidad y luego generar consentimiento, lo cual es complejo, debido a que en Chile nuestro modelo de identidad digital es muy feble”.
Finalmente, Alejandro Hevia se refirió a la consulta ciudadana, realizada en diciembre de 2019, donde se utilizó votación electrónica. “Es importante decir que esta elección no fue vinculante, por lo cual su perfil fue bajo, pero era razonable para ese momento. Llegar a realizar votación electrónica tiene un proceso, por lo cual no podemos hacerla hoy por los riesgos que existen, pero es un proceso que debemos comenzar a entender, tenemos que empezar a ver cómo usar tecnología de manera segura en la interacción, pero de manera lenta”, concluyó.
Fuente: Comunicaciones DCC – U. de Chile