Los familiares de los asesinados en la bodega Kayser durante la revuelta de octubre de 2019, junto al colectivo Verdad y Justicia por los Asesinados en Kayser, realizaron este jueves un punto de prensa al cumplirse tres años desde el incendio y posterior hallazgo de 5 vecinos muertos en el recinto, ubicado en Renca.
En la ocasión, Solange Arias, madre de Joshua Osorio, una de las víctimas de solo 17 años, denunció la invisibilización de este caso y la impunidad con la que siguen adelante los responsables, así como policías y fiscales: «Uno de los principales, que nunca se ha tocado, es el fiscal regional Armendáriz, que estuvo aquí y no hizo los peritajes que correspondían. Y el Fiscal Morales es otro personaje que se ha opuesto a que este caso avance», afirmó Solange Arias.
«Yo lo que siento es rabia, porque nosotros no somos una especie que se pone para la foto y después se olvida. Aquí fueron cinco muertos que tiene que ver el Estado en esta situación y se tiene que hacer responsable, porque detrás de esos muertos hay familias que hasta hoy no se pueden levantar. Mi hijo era estudiante y tenía toda una vida por delante», agregó la madre de Joshua Osorio.
Yoshua Osorio, Manuel Muga, Andrés Ponce, Julián Pérez y Luis Antonio Salas fueron las víctimas cuyos cuerpos se encontraron al interior de la bodega de la fábrica de Kayser el 20 de octubre de 2019. Según el parte oficial, todos murieron por inhalación de productos de combustión.
Sin embargo, hallazgos posteriores han sembrado dudas sobre las reales causas de muerte de las víctimas. Uno de ellos, citado por el medio Interferencia, fue una bala calibre .22 encontrada en el pie de Luis Antonio Salas, y descrita en su autopsia como «lesión balística reciente con proyectil único retenido en pie izquierdo, lesión que debió limitar el desplazamiento del afectado».
Este antecedente, por ejemplo, no estaba en el registro de la opinión pública y sugeriría una eventual participación de terceros en las muertes. Al respecto, la abogada Alejandra Arriaza dijo a Interferencia que a tres años de ocurridos no se ven avances de la fiscalía en la investigación (lee la entrevista AQUÍ).
Nicole Rojas, hermana de Joshua Osorio, dijo por su parte que esa noche «no estaban saqueando. El Joshua, a la hora que llegó a Kayser, ya estaba incendiándose. ¿Por qué una persona se va a meter a robar donde algo se estaba quemando?»
«Mi hermano tiene tres orificios y el Servicio Médico Legal no los midió. Dicen que fue por el incendio, pero es mentira. Estaban en posiciones, tirados, con golpes antes», agregó la joven.
Precisamente, un informe publicado en enero de 2020 por el Equipo Chileno de Antropología Forense y Derechos Humanos (Echaf) reportó «múltiples irregularidades procedimentales» e «incumplimiento de protocolos», además de la posible existencia de lesiones premortem y perimortem, es decir, antes y durante el deceso de las víctimas.
«Que se castigue a quienes se tienen que castigar. Aquí hubo carabineros que grabaron ese hecho el mismo día y lo subieron a redes sociales, esos tienen que ser castigados, dados de baja y presos porque menos no se merecen. Nos toman como delincuentes, nosotros somos gente trabajadora y de pueblo, aquí no venimos a ser famosos, venimos a luchar», cerró Solange Arias, madre de Joshua Osorio.