Estuvieron protestando cinco días afuera de la sede de la ONU en Santiago. Se trata de cinco familias de refugiados sirios que exigían su reubicación en otro país, luego de la agresión que sufrió una de sus compatriotas en Macul, cuando un hombre intentó quitarle el velo.
De acuerdo a una publicación de El Mercurio, el Gobierno inició una mesa de diálogo con las familias de refugiados y con las instituciones que apoyan su reasentamiento.
«Nos complace que este grupo de refugiados haya depuesto su protesta, que a nuestro juicio fue injustificada e innecesaria. Siempre dijimos que el diálogo estaba abierto, pero no bajo presión», dijo Alfredo del Río, coordinador del reasentamiento, según consigna El Mercurio.
En este sentido, una de las medidas que se acordó en el encuentro es que los refugiados tengan contacto directo con un funcionario de Carabineros que habla árabe en caso de emergencia.