La decisión del Ministerio de Cultura de desconocer la legitimidad del premio que este año ganó el fotógrafo Felipe Durán no fue una buena idea. La polémica profundizó aún más en las injusticias vividas por el reportero gráfico, en relación con su trabajo de denuncia de la violencia que viven las comunidades mapuche en Wallmapu.
A través de un comunicado, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) explicó que, tras previa reunión con el comité de expertos del área de fotografía, resolvieron validar la selección y lamentar las acusaciones de sesgo político en la entrega del reconocimiento. Así, Felipe Durán resultó finalmente
El fotógrafo fue absuelto recientemente por la justicia, luego de haber sido acusado de infringir la Ley de Control de Armas y explosivos, además de la Ley de Drogas. Los cargos significaron para él y el comunero Cristián Levinao más de un año en prisión preventiva, aunque finalmente la justicia no logró probar su responsabilidad en los delitos.
El caso fue denunciado por los comunicadores y reporteros gráficos como la evidencia de una persecución y atentado contra la libertad de expresión. En específico, debido al poderoso testimonio de violencia y abuso contra el pueblo mapuche que el trabajo de Durán ayudó a sacar a la luz, en medio de un profundo silencio mediático.
En conversación con El Ciudadano, Durán señaló que «es como chistoso que se compliquen tanto y que no respeten la decisión que habían tomado los fotógrafos que llevan tiempo ahí. No respetaron la decisión de ellos y el Ministro les pasó por encima, en una decisión que es totalmente política, para negar el premio y al final tuvieron que retractarse».
El reportero cuenta que lo llamaron esta mañana, desde el Ministerio de Cultura, para pedirle disculpas por lo que había pasado y para señalarle que todo había sido malinterpretado. Sobre las razones, Durán señala: «Es que el juicio continúa por el trabajo que realizamos los medios independiente y entregar el premio así de fácil era hablar un poco de que uno estuvo preso. Nosotros con el peñi Cristián Levinao estuvimos un año presos».
Además, recuerda que el Estado aún le tiene atadas las manos: «Todavía no me entregan la cámara de foto, los computadores, ni la cámara de video, yo no tengo nada de eso. Cosas que ni siquiera fueron utilizadas en el juicio».
«EL TRABAJO SIGUE CON MÁS FIRMEZA»
Para el fotógrafo, aunque los premios por sí mismos no son importantes, en este caso es el reconocimiento de sus pares lo provoca que tome mayor significado.
«Para mí es muy válido y estoy muy agradecido de parte de ellos. Del show que implica al gobierno y al ministro no me hago mucho cargo, no es nuestra búsqueda. Por el reconocimiento de los compañeros que estuvieron en los tiempos más difíciles, me siento muy orgulloso de eso y agradecido de quienes nos ayudaron a difundir el trabajo mientras estuvo en la cárcel», reconoció.
Para Durán, en adelante y tras la experiencia de la cárcel, «el trabajo sigue con más firmeza. Que ellos hayan tenido que mover todo un aparataje entre la Fiscalía y la Policía para poder tenernos un año presos y sacarnos de ahí, es porque realmente les molesta lo que hacemos».
En su opinión, el tratamiento mediático que recibe el pueblo mapuche desde los medios tradicionales sólo busca satanizar una legítima lucha. «No se muestra el verdadero interés de la gente por recuperar su idioma, su religión y sobrevivir como pueblo. Se trata de ocultar y no muestran la represión de carabienros con fusiles, dando vuelta en las comunidades y campos. Eso se oculta», comenta.
Para cerrar, el reportero reconoce que su cámara es un «arma» que sigue estando a disposición de las comunidades que luchan y reflexionó sobre los desafíos de los comunicadores populares: «Tenemos que unirnos no más. Juntar las fuerzas y hermanarnos entre nosotros».