El gabinete de Seguridad de Israel aprobó este domingo la creación de un nuevo organismo encargado de desplazar a los 2,3 millones de palestinos que actualmente viven en la Franja de Gaza. La iniciativa forma parte del plan acordado entre Benjamín Netanyahu y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para convertir el lugar en la nueva «Riviera de Oriente Medio», un enclave del gobierno norteamericano en la zona.
Según informó el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, el organismo se encargará de «preparar y facilitar el tránsito seguro y controlado de los residentes de Gaza para su salida voluntaria a terceros países».
Lo anterior incluye «asegurar su movimiento, establecer rutas de movimiento, controlar a los viandantes en los cruces designados en la Franja de Gaza, así como coordinar la provisión de infraestructura que permitirá el paso por tierra, mar y aire a los países de destino».
Para tal efecto, el gobierno israelí nombrará a una nueva autoridad que estará a cargo del organismo, el cual dependerá en última instancia del Ministerio de Defensa.
A pesar de los anuncios, el gobierno de Netanyahu aún no logra encontrar países que estén dispuestos a recibir a los millones de palestinos que serán desplazados de Gaza. Jordania, Egipto, Sudán y Somalia son algunos de los países que ya cerraron la puerta a cualquier negociación con el gobierno israelí.
Trump: «Estados Unidos tomará el control de la Franja»
Pese a que distintos organismos de Derechos Humanos han calificado la acción del gobierno israelí como «una flagrante violación del derecho internacional», el ministro Katz insistió en que la iniciativa se enmarca dentro del derecho israelí y, más importante aún, «conforme a la visión del presidente de Estados Unidos».
Cabe recordar que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se reunió a inicios de febrero con el presidente Donald Trump para desarrollar la estrategia que implementarán ambos gobiernos en la Franja de Gaza.
Tras cerca de una hora de conversación, ambos jefes de Estado dieron una conferencia de prensa conjunta para anunciar que Estados Unidos tomaría el control de la zona para convertirla en la nueva «Riviera de Oriente Medio», para lo cual necesitarían desplazar a los 2,3 millones de palestinos que actualmente viven allí.
«Seremos sus dueños. Y seremos responsables de desmantelar todas las peligrosas bombas sin explotar y otras armas, nivelar el terreno, deshacernos de los edificios destruidos y allanar el área para impulsar un desarrollo económico que genere miles de puestos de trabajo y viviendas para la población», declaró Trump en esa oportunidad.
«No podemos volver atrás. Si volvemos atrás todo terminará siendo tal y como ha sido durante los últimos cien años», agregó.
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