Vía Resumen / El Fondo Para la Educación Previsional (FEP) fue creado por el Estado de Chile a través de la Ley 20.255 del año 2008, con el objetivo de “apoyar proyectos, programas, actividades y medidas de promoción, educación y difusión del sistema de pensiones”.
Para ello, la Subsecretaría de Previsión Social realiza anualmente un llamado para que distintas entidades (Personas Naturales o Jurídicas, y Entidades Públicas debidamente facultadas para tal efecto), participen del Fondo a través de un concurso público, el cual este año adjudicó 22 proyectos por un total de $ 1.774.155.748.
La puesta en marcha de estos proyectos se puede ver en seminarios en que se invita a trabajadores u organizaciones sindicales, incluso organizaciones indígenas, y también a través de la constante y repetitiva publicidad a través de los medios de comunicación. Publicidad que muchas veces atribuye las miserables pensiones al mal manejo o la escasa información que tienen los cotizantes, limpiando así la imagen del sistema de AFP.
Luis Mesina, miembro de la Coordinadora No+AFP, se refirió al hecho del financiamiento de proyectos para que la ciudadanía se “eduque” en torno al sistema de pensiones. El dirigente esgrimió sus razones para rechazar estos proyectos: «Esta es una de las tantas prácticas del Estado que beneficia a este sistema. Es decir: los chilenos estamos financiando las campañas de propaganda privada del sistema de pensiones».
«Es una carátula de que es una educación previsional, porque es materia propia del Estado educar en el sentido de seguridad social y no financiar proyectos a distintas instituciones privadas. Es una muestra más de la corrupción contra la sociedad chilena», puntualizó Mesina.
Un ejemplo de la utilización de esta suerte de subsidio estatal como publicidad “gratuita” para las AFP, es la adjudicación de $80.000.000 de la Empresa Radio y Televisión La Discusión S.A., por el proyecto “Educación Previsional: Un puente informativo para una mayor Seguridad Social 2018”, para difundir la educación previsional.
Al respecto, Mesina declaró que “los medios de comunicación se prestan para este tema de negocio, que no tienen nada que ver con la seguridad social. El Estado con recursos públicos direcciona el reforzamiento de la mecánica de las AFP, para que sigan ganando utilidades”.
Otro de los proyectos beneficiados este año por el FEP, con la cifra de $97.733.333, es el “Conoce tu sistema de pensiones” a cargo de la empresa Distracción SpA. Según la propia descripción de la compañía en el portal de Gobierno, la empresa se dedica a la producción de eventos masivos, servicio de producción de recitales, y actividades empresariales de artistas, entre otros.
Otros que también se adjudicaron proyectos fueron la Universidad Católica, la Fundación Instituto Indígena, el Instituto Católico Chileno de Migración, Corporación de Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur y hasta un sindicato de Trabajadores Independientes Comerciales de ferias libres de Pudahuel Norte.
Llama la atención también que la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) se había adjudicado un proyecto -que después se readjudicó a una Otec por incumplimientos de la organización- por $99.700.000 denominado “Visión de futuro: Difusión del sistema de pensiones y beneficios de cotizar”.
“Esto es un claro ejemplo de cómo una organización equis puede adjudicarse fondos del Estado para intentar desarrollar una educación previsional, cuando el problema es la corrupción del sistema previsional”, aseguró Luis Mesina.
Incoherencia con la realidad
De los 22 proyectos que se adjudicaron fondos estatales este 2018, más de la mitad está orientado a graficar el presunto beneficio de cotizar en el sistema de pensiones. Sin embargo, para el investigador y sociólogo de la Fundación Sol, Benjamín Sáez, esto es incoherente con la realidad, pues no existe beneficio alguno del actual sistema de pensiones para las y los trabajadores, debido a que el sistema no tiene como fin brindar seguridad social.
“Existen alrededor de diez economías en el mundo que aún utilizan el sistema de pensiones como el chileno. Como Fundación Sol reiteramos el llamado a las autoridades a estudiar un sistema de reparto mucho más igualitario, como en países desarrollados. No se puede perpetuar un sistema netamente privado, con dinero de todos los chilenos”, señala el investigador.
Sáez se refirió también a la complicidad histórica que existe entre el Estado de Chile y el sistema de AFP: “Hay que recordar que este sistema nace en la dictadura militar chilena. El sistema de pensiones fue implementado forzosamente a la población, sin siquiera tener estudios de respaldo que confirmaran que funcionaría a largo plazo. Y hasta la actualidad el estado chileno sigue legitimando año tras año, este sistema de ahorro forzoso. Las dos grandes coaliciones que han participado de la política en el país, han blindado el sistema con iniciativas como el Fondo para la Educación Previsional”.
En esa línea, Sáez insiste en que la institucionalidad cambia el foco de lo perjudicial que es para la ciudadanía el actual sistema de pensiones y sus resultados, que han arrojado a miles de chilenos a la pobreza, intentando así «embarullar» a la opinión pública.
“Esto es un sistema de capitalizar el ahorro de las trabajadoras y trabajadores y están obligados a hacerlo. Además que no se trata de sistema de pensiones público, sino un sistema privado de capitalización. Solo diez economías a nivel mundial aún mantienen este sistema. Pero a nivel local las AFP siguen focalizando los errores a meras expectativas que confunden a la ciudadanía”, detalla el sociólogo de la Fundación Sol.
Entonces, las campañas de “educación previsional” bajo el sistema de AFP solo se entienden bajo la idea de legitimar y seguir perpetuando un sistema de pensiones que hace décadas se encuentra en el ojo del huracán.
Cabe mencionar que el primer semestre de 2018, las AFP alcanzaron utilidades diarias de $799.019.364, mientras que en el mismo periodo la rentabilidad del sistema fue negativa para 3 de los 5 fondos de pensiones, según cifras de la Superintendencia de Pensiones difundidas por la Fundación Sol.