La Fiscalía de Magallanes formalizó a cuatro exejecutivos de la empresa salmonera -de capitales noruegos y estadounidenses- Nova Austral, sede Porvenir, por los delitos de fraude de subvenciones y contaminación de agua.
Esto, luego que se constatara que informaron datos falsos sobre los peces sembrados y cosechados, y las tasas de mortalidad de los centros de cultivo, con la finalidad de engañar a la entidad fiscalizadora, tal y como ahora establece el Ministerio Público en su formalización
A lo que se suma también la introducción de químicos al mar que esterilizaban a los animales.
Los formalizados son el exgerente general de Nova Austral, Nicos Nicolaides, el gerente regional e hijo ilustre de Porvenir, Drago Covacic, los jefes Rigoberto Garrido e Isaac Ollivet-Besson.
Por su parte, el gerente de producción Arturo Schofield, también investigado por el caso, concurrirá el próximo 7 de abril a la audiencia de formalización, consignó El Mostrador.
La fiscalía estableció sanciones, tanto para los exejecutivos como para la empresa, como autores de los delitos.
El fiscal Sebastián González, quien lideró el proceso, entre los años 2016 y 2019, informó que el exgerente general, junto al exgerente de agua dulce y el exgerente regional de Nova Austral, habría ideado un mecanismo para informar falsamente los datos de la empresa a las autoridades fiscalizadoras. Esto habría sido un aumento en las cifras de cosecha y de siembra, y una baja en los relacionados a las muertes de los animales.
La formalización estuvo acreditada por un trabajo de tres años, llevado a cabo en conjunto a la la Brigada de Investigación de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones (PDI), donde también se constató que la adulteración de números dañó el medio ambiente, especialmente a las especies endémicas del lugar.
El fiscal González, explicó que por orden del exgerente general se habría instruido alterar el fondo marino, introduciendo toneladas de arena, además de sustancias químicas que permitían esterilizar el material biológico, a fin de enfrentar el cultivo desmedido de uno de los centros de cultivo.
En la audiencia, Ministerio Público también informó que los imputados efectuaron, en los centros de cultivo, un exceso de siembra de alevines, lo que incidió en un aumento en los desechos orgánicos del suelo marino por peces muertos, alimentos no consumidos ni degradados y fecas.
Las consecuencias del exceso de siembra de alevines provocaron «impactos ambientales significativos, consistentes en la degradación del suelo marino, contaminación del componente agua y pérdida de biodiversidad», indicaron desde la Fiscalía de Magallanes en un comunicado.
«Además, se produjo una disminución sustantiva de oxígeno en los cuerpos de agua y la propagación de algas que impiden que la luz penetre hasta el fondo del ecosistema, lo que, en definitiva, implica un empobrecimiento de la biodiversidad acuática», refiere el texto.
Otra de las irregularidades es el hecho de que la empresa salmonera habría obtenido también bonificaciones por la llamada Ley Navarino, la que beneficia a las compañías dedicadas a estas labores. Esta ley obliga a las empresas al cumplimiento racional de la utilización de recursos naturales que aseguren la preservación de la naturaleza y el medio ambiente. Por esto, se calcula que Nova Austral habría obtenido bonificaciones que superaron los $50 mil millones.
La Fiscalía determinó un plazo de seis meses para la investigación. Por lo pronto, los cuatro formalizados quedaron que arraigo nacional y firma mensual, mientras duren las pesquisas.