En febrero de 2016 se produjo la venta. Olaya Arriagada Jaramillo se acercó a las oficinas de Fruna en Osorno y compró tres cajas de helados para celebrar el cumpleaños de su hijo. Al momento de abrir uno de los envoltorios, encontró restos de un dedo humano en el interior. Tras intentos frustrados de llegar a un acuerdo con la empresa, llevó el caso a la justicia.
Este domingo, informó biobiochile.cl, el primer juzgado de Osorno confirmó una indemnización por 5 millones de pesos por parte de Fruna a la familia que pasó por este altercado. Cabe destacar que la heladera dijo en su momento que se trataba de una denuncia poco seria.