Hay un Chile popular de los 90 en que cuando alguien te preguntaba para qué estas juntando dinero, se respondía es para “Fundación Mi Casa” como una forma de decir que para quien se estaba buscando recursos económicos, sustento, era para sí mismo y familia.
Pero hay una lectura de que este dicho surgió justamente en los chilenos a raíz del “saber popular” de que las llamadas fundaciones en las últimas décadas que decían ayudar a x o y, muchas veces terminaban beneficiando a los creadores y directorio de la misma fundación, más que al propósito y misión de la fundación.
Obras para fortalecer la democracia, caritativas, solidarias que realmente no eran tal, si no un beneficio para “Fundación Mi Casa” o bien jugosos pagos a cuenta de el Estado, es decir cada una y uno de todos los chilen@s.
Fundaciones hay de todo tipo, y muchas con fines loables y una administración transparente e impecable. Es cierto no se les puede echar a todas en un saco, y tampoco es que aquí estemos hablando de la Fundación que efectivamente lleva el nombre “Fundación Mi Casa”.
Sino estamos dando cuenta de una práctica que haciendo uso de la figura de Fundación han caído en malas artes que algunos quieren intentar normalizar diciendo cosas como que la política funciona así, pero que suena horrible cuando la funcionaria publica en el centro del conflicto ha señalado “(..)finalmente son recursos públicos que debiesen estar al servicio de los vecinos y que terminan en los bolsillos de quienes los administran”, un búmeran.
Dichos como el que todo se ha hecho en el marco de la ley, cuando en el fondo hay a los menos, acciones realizadas en pleno conocimiento reñidas con la ética y que por tanto que si se hacían publicas, podían terminar enlodando a una colectividad completa como están sucediendo, también no debiesen tener lugar y solo caben como parte el legitimo derecho a defensa presumiéndose una inocencia que a simples luces no parece tal.
En el Frente Amplio se debe actuar con celeridad, y decisión tal como se está haciendo. Aquí no hay nada que ocultar para ninguno de los partidos que integran el bloque, y sí quizá para lotes que habrían operado coordinadamente y tendrán que responder ante la instancia que corresponda.
Si alguien ha estado usufructuando en forma personal, haciendo uso de la colectividad y posición privilegiada como persona políticamente expuesta que es debe hacerse responsable.
Aquello que es “fundación Mi Casa” en el dicho popular, no debiese ser para un Partido Político, más siendo gobierno, ningún recurso fiscal más más que el pago fiel de la cuota de militancia en un Partido ordenado y unitario de funcionarios públicos y ciudadanos dispuestos a elevar los estándares de transparencia en la política chilena algo en lo que se ha avanzado pero donde aún falta.
La campaña de descrédito contra el Frente Amplio y que se ha intensificado desde que el Presidente Gabriel Boric llegó al poder, va continuar por mismos errores de la colectividad, como también por acción concertada de la derecha más extrema del país y sus poderes fácticos.
Derecha que ha estado algo callada en algunos puntos de esta discusión donde si se escrutara a sus redes de Fundaciones con las que opera, recibiendo recursos del Estado por años y descontando impuestos de empresas contaminantes por otro, quizá el foco de la noticia sería otro.
Lamentablemente en este país, no existe el compromiso que se requiere para fortalecer un sistema de medios que realmente escrute al poder ultra concentrado, el lugar donde se esconde el real saqueo de los pueblos y territorios de Chile.
El Ciudadano