El subsecretario del Interior, Luis Cordero, se refirió este viernes a la situación que enfrenta Katty Hurtado, mujer que se encuentra condenada a 20 años de cárcel por dar muerte a su exesposo mientras se defendía de una agresión sexual.
Cabe recordar que el 11 de enero de este año Hurtado solicitó el indulto presidencial, el cual sigue sin tener respuesta por parte del Gobierno. De hecho, el pasado 17 de diciembre, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, informó que se negó la audiencia que había solicitado la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres en nombre de Hurtado.
Respecto a la posibilidad de indultar a Katty Hurtado, el subsecretario Cordero señaló en radio Infinita que «este es un caso que uno tiene que analizarlo con mucha responsabilidad. Porque al final del día, el ejercicio de una facultad de gracia que se ejerce en condiciones limitadas y que se realiza con apreciación del caso».
En esa línea, Cordero agregó que la solicitud de indulto «se presentó mientras yo era ministro de justicia. Estaba en estudio y sigue estando en estudio (…) Eso es un caso que a mí no me corresponde tomar la decisión».
En paralelo, el subsecretario informó que Katty Hurtado «fue víctima del delito de violación dentro de la cárcel. No se pudo acreditar sus autores (…) el Estado de Chile fue condenado por falta de servicio, indemnización de perjuicio en ese caso».
El caso de Katty Hurtado
El 14 de mayo de 2018, Katty Hurtado acudió a la vivienda de su expareja, Richard Aravena, en la ciudad de Calama, para pedirle el reembolso del dinero que había gastado en medicamentos para su hijo.
Con el pretexto de ir a buscar el dinero, Aravena la hizo subir al segundo piso de la casa, donde la agredió sexualmente. En medio de esta situación, Hurtado alcanzó una botella que se encontraba en el velador y golpeó en la cabeza a su expareja. Tras esto, bajó hasta la cocina, tomó un cuchillo y lo apuñaló en el cuello en repetidas ocasiones.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Calama condenó por unanimidad a Katty Hurtado a 20 años de presidio por el delito de parricidio. Según se lee en la sentencia, los jueces consideraron que su conducta posterior «da cuenta de que actuó con pleno conocimiento de su actuar ilícito», ya que continuó su rutina normal tras la muerte de su expareja.