Una de las explicaciones del origen del nombre de Puerto Guadal es que vendría de “aguadal”, lugar mallinoso donde el agua fluye por doquier. Su emplazamiento a orillas del General Carrera refuerza esta tesis, mal que mal es el segundo lago más extenso de Sudamérica.
Estos antecedentes serían más que suficientes para pensar que el poblado de poco más de 400 habitantes tiene asegurado abastecimiento de agua por muchos años, quizás décadas.
Contradictoriamente, aunque físicamente así lo es, en términos legales la posibilidad de acceder al recurso desde uno de sus principales afluentes, el río Los Maquis, le está vedado por los derechos de agua que Edelaysén controla sobre este afluente con el fin de operar una central hidroeléctrica en el área. En el fondo, el sector alto el río está “legalmente seco” para derechos consuntivos.
Esta situación impulsó a un grupo de 10 vecinos y vecinas, junto a las corporaciones Costa Carrera y Privada para el Desarrollo de Aysén (Codesa) a ingresar dos requerimientos a la Dirección General de Aguas (DGA), uno por cada solicitud de traslado, con el fin de asegurar el suministro actual y futuro de la población.
Dueños del agua
Son dos los derechos de agua no consuntivos sobre el río Los Maquis que Edelaysén pretende utilizar para la operación de su central hidroeléctrica de 1MW.
Los primeros fueron otorgados en 1985 a la Empresa Minera de Aysén, que por esos años controlaba Mina Escondida. Estos fueron adquiridos por el ex director nacional de Sernageomin, Enrique Valdivieso Valdés en 2001, cuando se adjudicó, mediante licitación pública de Corfo, los dos lotes del predio de 8,74 hás donde se emplazan las emblemáticas cascadas.
En 2003 sumó nuevos derechos, que son la base del proyecto de la eléctrica. En, 2017 estos fueron traspasados a Inversiones El Chabunco (que Valdivieso constituyó junto a Eugenio Valdés Covarrubias), sociedad que entregó en 2018 el usufructo de los derechos de agua a Edelaysén para la construcción de la central Los Maquis.
El 13 de noviembre de 2019, en tanto, El Chabunco ingresó dos solicitudes de traslado de sus derechos de agua, tanto del punto de captación como de restitución. Ese mismo día, Edelaysén solicitó autorización para la construcción de la bocatoma.
A pesar de no contar con estas autorizaciones aún, la empresa inició la construcción del proyecto en enero de este año, faenas paralizada en marzo producto de la pandemia.
Todas estas solicitudes están pendientes de aprobación, ventana a la que están recurriendo vecinos y organizaciones para que en la tramitación se considere el derecho de la población a contar con agua su consumo así como la preservación de los ecosistemas asociados a la cascada Los Maquis.
La alerta provino de una consulta vía Ley de Trasparencia sobre el tema, cuando en su respuesta el Departamento de Agua Potable Rural de la Dirección de Obras Hidráulicas de Aysén (DOH) informó que los derechos de agua ya constituidos en el río obstaculizan las posibilidades de vecinos y vecinas de Puerto Guadal de acceder a agua para su consumo desde la zona alta del río Los Maquis.
De estos, un 99,9 % pertenecen a El Chabunco: “Existe una demanda de pobladores que se encuentran en la periferia de la localidad y que no se encuentran conectados al sistema de agua potable rural (APR) de la localidad… una de las alternativas considerada deberá ser, evaluar al Río Los Maquis como alternativa para la instalación de una captación superficial” informó el organismo.
Tras consultar a la DGA, esta comunicó a la DOH que “no existe disponibilidad para constituir derechos de aprovechamiento de agua sobre el Río Los Maquis, lo que limitaría la opción de evaluar la construcción de un sistema gravitacional que pueda abastecer a las familias del sector alto de Puerto Guadal y al propio sistema APR. Lo anterior implica que sólo será posible evaluar los costos de reevaluación del recurso desde el lago General Carrera, lo que podría volver inviable el proyecto”.
En sus requerimientos, ingresados la semana pasada, los solicitantes requieren a la DGA que en la evaluación del traslado constituya una reserva de caudales para abastecimiento de la población y/o interés general y circunstancias excepcionales, lo cual involucra “denegar parcialmente la solicitud para efectuar una reserva de caudales con fines de abastecimiento de las familias del sector alto de Guadal y el sistema de agua potable rural del Comité respectivo, o por circunstancias excepcionales y de interés nacional, por emplazarse dentro del perímetro de la ZOIT Chelenko”.
Asimismo, piden que se determine un caudal ecológico real “tomando en consideración las características ecosistémicas y ambientales del sector Los Maquis, toda vez que al ser un área de cascadas tiene en el entorno un impacto distinto al de un río, por efecto de humedad proyectada”.
En este sentido, solicitan que el análisis considere aforos mensuales reales del caudal, para tener un ciclo anual completo, toda vez que para el otorgamiento de los derechos de 2003 se basaron en campañas de aforo de los años 1997 y 1998, ajustadas comparando con el caudal del estero El Baño, a unos 100 kilómetros de distancia.
También, piden que se exija al titular la instalación de un sistema de medición de las aguas superficiales en los puntos de captación del río Los Maquis, que permita obtener, almacenar y transmitir a la DGA la información indispensable para el control y medición del caudal instantáneo efectivamente extraído y restituido, desde la fuente natural.