Bastante polémica ha traído el edificio Alto Placeres en Valparaíso. Vecinos de la Villa Berlín, colindante a esta construcción, ubicada en el Cerro Placeres, han sostenido una lucha incansable contra esta torre de departamentos.
Recientemente, la Contraloría Regional emitió un informe que plantea una serie de irregularidades en el otorgamiento de sus permisos de edificación. Además, señala que se han vulnerado varios aspectos de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, lo que obligó al Municipio de Valparaíso a emitir una orden de paralización de obras que la inmobiliaria no respetó.
Pero la historia de este edificio está lejos de terminarse. Luego de un recurso de protección presentado por los propios vecinos, la Empresa Sanitaria de Valparaíso (Esval), tuvo que emitir un informe que es implacable con este edificio.
Lo que sucede es que Alto Placeres se está construyendo sobre el acueducto Las Vegas, siendo este una de las principales fuentes de abastecimiento de agua potable para el Gran Valparaíso. Ante esta situación, el informe de Esval hace incapié en los impactos adversos que la construcción del edificio genera para la operación del acueducto.
Esval señala que el edificio está apoyado sobre un relleno y no sobre la roca basal, lo cual implica que la carga que el edificio trasmite a dicho relleno también la recibe el cuerpo del acueducto susceptible de generar inestabilidad en el ducto.
El informe agrega que «la loza de fundación del edificio se encuentra distante al acueducto en vertical a 2 metros y a 5.5 metros en horizontal, en circunstancias que nuestra franja de protección es de 10 metros, para cada lado del acueducto. La fundación del edificio que afecta al acueducto tiene un largo de 25 metros. De acuerdo con lo anterior, las cargas generadas durante un sismo pueden producir una falla en el acueducto»
A su vez, afirma que «el sello del edificio está sobre un relleno. Frente a un sismo, el desplazamiento principal podría tomar la dirección de la quebrada, y producirse un deslizamiento del edificio, a lo largo de ella, lo que lo afectaría directamente al acueducto provocando su colapso. En la eventualidad que el acueducto se fracture, inundará un área de aproximadamente 10.500 metros cuadrados, provocando socavación del soporte del edificio y su eventual colapso».
Ante esta situación, Esval afirma que «un eventual colapso del acueducto Las Vegas en el punto en que se construye el edificio dejaría a todo Valparaíso, Curauma y Placilla sin agua potable, y una parte importante de Viña del Mar, estimando alrededor de 130.000 clientes de Esval S.A, más de 500 mil personas del Gran Valparaíso prescindirían de este vital elemento».
«Por otra parte, y dada la magnitud del evento la reparación podría tardar días por el fraguado de los materiales, estimando a priori entre 48 a 72 horas de trabajos, luego la reposición hasta alcanzar el régimen continuo puede tardar otras 24 horas. Es más, este evento podría volverse repetitivo en cada suceso sísmico», añade el informe de la sanitaria.
«Efectivamente Esval S.A. atendiendo un requerimiento formulado por la I. Corte de Apelaciones de Valparaíso en el marco de un recurso de protección interpuesto por D. Jaime Rodríguez Ortiz y otras personas en contra de Inmobiliaria Alto Placeres S.A., procedió a informar que, atendida la proximidad del emplazamiento del edificio Alto Placeres respecto del acueducto Las Vegas hace necesario que la construcción de ese edificio contemple medidas de resguardo para no afectar esa conducción de agua potable. Igualmente se hizo presente que una falla del acueducto en ese punto afectaría la continuidad del servicio de agua potable tanto a la comuna de Valparaíso como a una parte de Viña de Mar», detallaron desde la empresa.
«Esval confía en que los responsables del proyecto adoptarán todas las medidas necesarias para mitigar los riesgos, considerando una infraestructura adecuada y los refuerzos especiales para ello», concluye el documento.
El informe de Esval:
Fuente: El Martutino