Grupo de Estudios para la Soberanía Popular invita a charla «Solidarizando con la deliberación constituyente»

Exposición inicial estará a cargo del historiador Gabriel Salazar, y será transmitida por las redes sociales de El Ciudadano y GESOP.

Grupo de Estudios para la Soberanía Popular invita a charla «Solidarizando con la deliberación constituyente»

Autor: Absalón Opazo

Este miércoles 23 de septiembre, a las 20 horas, se realizará la charla «Solidarizando con la deliberación constituyente», por parte del Grupo de Estudios para la Soberanía Popular, GESOP, integrado por ciudadanas y ciudadanos que apoyan e impulsan el proceso constituyente.

La exposición inicial estará a cargo del historiador Gabriel Salazar, y será transmitida por las redes sociales de El Ciudadano y GESOP.

En su documento fundacional, GESOP se define como una agrupación comprometida con el movimiento socio-político iniciado en octubre de 2019, y que busca «promover la iniciativa de formar un grupo de estudios, deliberación y comunicación que se proponga colaborar y coadyuvar con ese movimiento, a objeto de que pueda avanzar hacia su culminación y triunfo final».

Mirada histórica

Desde el Grupo explican que «partiendo de fundamentos históricos verificados, observamos que en 200 años de historia, en tres oportunidades distintas, el movimiento popular ciudadano chileno ha intentado acometer, soberanamente, la organización de una Asamblea Constituyente para dictar por sí mismo la Ley Fundamental que organice su Estado, su Sociedad y su Mercado:

  1. En primer lugar, lo intentó entre 1823 y 1829, cuando, luego de dos asambleas frustradas (en 1823 y 1825), logró, en una tercera – deliberando libremente en la ciudad de Valparaíso -, dictar la Constitución de 1828, la única gestada por auténtica participación ciudadana que ha tenido el país.
  2. En segundo lugar, entre 1924 y 1925, debido a la presión del movimiento popular-ciudadano y a la crisis terminal que corroía al régimen oligárquico-parlamentario, se decidió convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
  3. En tercer lugar, desde octubre de 2019, el movimiento popular-ciudadano se manifestó públicamente de tal modo, que forzó a las ‘autoridades’ a aceptar el cambio de la Constitución vigente».

«Si se tiene en mente y se comparan estas tres situaciones históricas, más el contexto psicosocial que deviene de una crisis que podemos calificar de civilizatoria y que muestra, como uno de sus principales signos, un acelerado proceso de desestructuración que abarca todos los planos y que va generando, en distintas latitudes, profundas crisis políticas, institucionales y económicas; y que llega a afectar los ámbitos más inmediatos e incluso la propia vida de los individuos, queda a la vista que, para realizar su tarea constituyente, el movimiento popular-ciudadano actual aún carece de ciertos factores favorables de importancia estratégica y, al mismo tiempo, tiene a favor importantes factores nuevos, cuyo peso estratégico es preciso evaluar y, donde corresponda, desarrollar», agrega el documento de GESOP.

En sentido, agregan que «la gran tarea inicial que se presenta, es la necesidad de que el movimiento soberano del pueblo organice por sí mismo la Asamblea Constituyente (legítima y netamente ciudadana). Además de poner la sigla AC en el voto de octubre – que ‘sugiere’ la alternativa soberana que los políticos, astutamente, no incluyeron en el voto plebiscitario -, ese gesto simbólico tiene que ir acompañado de un proceso popular-constituyente real y concreto».

«Es evidente que el movimiento popular-ciudadano actual requiere, para su tarea constituyente, mucho más colaboración que sus predecesores – por no tener la fluidez de movimiento que genera en los ciudadanos las tradiciones vivas de soberanía –, para crear una poderosa cultura política propia a efectos de orientarse en la coyuntura histórica que está viviendo. Tanto más, cuanto que sobre ella concurren, simultáneamente, no una, sino cinco pandemias catastróficas (la sanitaria, la económica, la institucional, la psicosocial y la climática)», indica el texto.

«Creemos por tanto, que se hace necesario un centro solidario de estudios, deliberaciones sistemáticas y propuestas factibles que permitan, de un lado, aclarar ‘teóricamente’ la situación estratégica del actual movimiento constituyente, y de otro, cooperar aportando con elementos culturales, tácticos y estratégicos, que puedan ser eventualmente útiles para que llegue a buen término – esta vez – la tarea que nos ha comprometido, desde hace tanto tiempo, a todos», sostienen.

«Es así como surge GESOP -Grupo de Estudios para la Soberanía Popular-, cuyo objetivo es constituirse en una instancia solidaria de apoyo y servicio al movimiento popular-ciudadano en curso, en relación a la tarea constituyente que asumió para sí desde octubre de 2019», finaliza el documento.


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